La unidad móvil (ME) se desplegó la noche del sábado al domingo para poner fin a una fiesta ilegal en un almacén en Waspik, Brabante Septentrional. A pesar de lo que la policía describió como una atmósfera sombría y intensos fuegos artificiales, nadie fue arrestado.
Alrededor de la una de la madrugada llegaron las primeras noticias sobre la fiesta en el barrio de Hooiweg. Se escuchaba música alta desde un almacén vacío y la zona estaba llena de coches y caravanas.
Según la policía, “rápidamente quedó claro que se trataba de una fiesta ilegal organizada”. Al acto asistieron “casi mil personas de varios países”.
La policía intentó ponerse en contacto con la organización de la fiesta, “pero no mostraron interés”. Además, se lanzaron intensos fuegos artificiales. “Para garantizar la asistencia de emergencia en la unidad, se decidió llamar a la unidad móvil para que las unidades de vigilancia pudieran realizar su trabajo normal”.
Cuando apareció la policía antidisturbios, el ambiente se volvió más sombrío, según la policía, y se bloquearon las entradas al almacén. “Pero al final decidieron poner su dinero en lo que decían y la música se apagó. A las 4:30 el edificio estaba nuevamente vacío”.
Nadie ha sido arrestado. “Es posible que se tomen medidas contra los organizadores del evento ilegal. También se informará al propietario del inmueble para ver si esto se puede evitar en el futuro”, dijo la policía.