A distancia de A cinco años de la trágica muerte de su hija Xana, Luis Enriqueentrenador del Paris Saint-Germain, ha decidido compartir de nuevo su profundo y conmovedor recuerdo de ella. La pequeña, que falleció el 29 de agosto de 2019 con tan solo 9 años debido a una tumor óseoqueda uno presencia constante y luminosa en la vida de su familia, según contó el propio técnico español en tercer capítulo de la docuserie dedicada a él, producida por Movistar Plus+.
Luis Enrique, la suerte de haber contado con Xana
Durante el episodio, Luis Enrique habla abiertamente de su manera de afrontar el duelo, ofreciendo palabras conmovedoras y reflexivas. «Me preguntarás… ¿Puedo considerarme afortunado o desafortunado? Me considero afortunado, muy afortunado.», declaró el entrenador, que suspendió su carrera hace cinco años para pasar más tiempo con su hija durante su enfermedad. Su afirmación aparentemente paradójica esconde una profunda enseñanza sobre la capacidad de encontrar la luz incluso en las circunstancias más oscuras. Luis Enrique explica de hecho que, a pesar de la corta vida de Xana, él y su familia sobreviven Recuerdos imborrables de aquellos «9 años maravillosos».
Una estrella que guía a la familia
El dolor de perder a una hija tan pequeña no es algo que se pueda superar fácilmente, y Luis Enrique es consciente de ello. Sin embargo, su forma de recordar a Xana es un acto de amor y celebración de la vida. Cada año, en el cumpleaños de Xana, el entrenador comparte un vídeo de saludos en su honormanteniendo viva su memoria no sólo dentro del hogar, sino también públicamente. «Te extrañaremos mucho pero tú recordaremos cada día de nuestras vidas con la esperanza de que en el futuro nos volvamos a encontrar. Serás la estrella que guíe a nuestra familia.», escribió hace cinco años, el día de la desaparición de su hija.
El amor de un padre, eterno e infinito.
En un pasaje especialmente emotivo, Luis Enrique recordó el momento en que habló con su madre sobre Xana. «Mi mamá no podía tener fotos de Xana, hasta que un día llegué a casa y le dije: “¿Por qué no tienes fotos de Xana? Xana está viva. Él no está con nosotros en el plano físico, pero está aquí en el plano espiritual.. Porque todos los días hablamos de ella, reímos y la recordamos. Creo que Xana todavía nos ve’”, dijo el entrenador. Palabras llenas de cariño, con las que el entrenador quiere mantener vivo el recuerdo de su hija. Porque el amor de un padre nunca cesa, ni siquiera ante un final doloroso.
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