Él el genio del tenis, ella el de Hollywood: una pareja atormentada, nunca en paz consigo misma, incapaz de soportar el peso de las responsabilidades
Si hay una palabra, sólo una, para contar esta historia de amor, es: inquietud. No es la dulzura, ni la ternura, no es la complicidad, ni la pasión por trazar los contornos de esta historia, sino la inquietud.