Le tomó cuatro días completos, quince rondas de votaciones y una serie de concesiones a sus colegas del partido conservador, pero en las últimas horas del sábado, el republicano Kevin McCarthy finalmente fue elegido presidente de la Cámara de Representantes de EE. UU. En la última vuelta obtuvo suficientes votos para su elección, sin votos en contra, pero con un puñado de abstenciones. A partir de ahora, la oposición republicana puede arremangarse para dificultar al máximo la gobernabilidad del presidente Biden.
Después de una serie humillante de rechazos por parte de 20, luego siete y finalmente solo seis miembros del partido, explicado por sus aliados como un “intercambio libre de ideas”, por los demócratas como una “lucha ridícula por el poder”, McCarthy (57) puede asumir el papel de conductor de la agenda republicana. Aunque queda por ver quién perseguirá a quién durante los próximos dos años. Los miembros más conservadores de la Cámara recibieron privilegios de McCarthy que les otorgaron un poder desproporcionado en la facción republicana de 222 miembros a cambio de sus votos.
Medios estadounidenses informaron en los últimos días, entre otras cosas, que McCarthy ha accedido a un ajuste a las reglas que permiten que un solo diputado solicite una votación para destituir al presidente. Esto le da a los momentos políticamente delicados una carga explosiva. Por ejemplo, apunta al momento inevitable en que la Cámara deberá acordar una expansión del presupuesto para permitir el pago de la deuda pública. En los círculos conservadores, la reducción del presupuesto del gobierno es algo así como un artículo de fe.
Registro
La ayuda financiera y militar de Estados Unidos a Ucrania también podría verse comprometida si los miembros más críticos de la Cámara aplican el freno de emergencia. McCarthy se mostró alegre sobre sus concesiones a los periodistas el jueves por la noche. “Sería un Portavoz más débil si me preocupara por eso”. Los medios estadounidenses también esperaban que los miembros del Freedom Caucus, la facción más conservadora, desempeñaran un papel más destacado en los comités parlamentarios clave.
Esta es la segunda candidatura de McCarthy a la presidencia. En 2015 retiró su candidatura al darse cuenta de que no obtendría el número de votos necesario. Esta vez persistió obstinadamente y de paso estableció un récord parlamentario. La última vez que se tomó más de una vuelta para elegir un presidente de la Cámara fue en 1923, cuando la elección duró nueve vueltas.
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