A mediados de agosto, una persona fue arrestada y varias más fueron acusadas en relación con la muerte de Matthew Perry (28 de octubre de 2023), provocada por una sobredosis de ketamina. Ahora uno de los acusados, el médico californiano Mark Chávez, se declaró culpable en un tribunal federal de Los Ángeles de un cargo de conspiración para distribuir ilegalmente la droga a la ex estrella de “Friends”.
La jueza de distrito Sherilyn Peace Garnett aceptó la confesión como “voluntaria y arrepentida” y fijó la sentencia para el 2 de abril de 2025. Chávez permanece en libertad bajo fianza de 50.000 dólares hasta entonces. Se enfrenta a una pena máxima de 10 años de prisión y tres años de libertad supervisada.
Se dice que Chávez “siente un remordimiento increíble”
El abogado de Chávez, Matthew Binninger, dijo a Rolling Stone al salir del tribunal el miércoles (2 de octubre): “Siente un remordimiento increíble por lo que pasó en este caso. Al final alguien murió. Se siente terrible por eso. Por eso quería hacer lo correcto tanto como pudiera. Asumió la responsabilidad de sus acciones. […] Ha entregado su licencia médica y hará una declaración pública una vez que el caso llegue a sentencia”.
Las acusaciones contra Chávez en detalle
Entre finales de septiembre y octubre de 2023, Chávez y otro médico llamado Dr. Salvador Plasencia supuestamente vendió 20 viales de ketamina a Perry por aproximadamente 55.000 dólares. Perry habría tenido que pagar 2.000 dólares por una botella, mientras que a Chávez sólo le costó 12 dólares. Se dice que Chávez conoce Plasencia desde hace al menos 20 años.
Los fiscales argumentaron que Plasencia y Chávez sabían que le estaban vendiendo el narcótico a Perry a pesar de que él estaba luchando contra la adicción. Como parte de un acuerdo de culpabilidad firmado el 22 de julio, Chávez ya admitió que obtuvo ilegalmente ketamina en diversas formas, se la pasó a Plasencia y sabía que Plasencia se la vendió a Perry para uso personal en la casa del actor en Pacific Palisades. Se dice que sabía que Perry estaba recibiendo una cantidad potencialmente “peligrosa” de ketamina de Plasencia.
Chávez admitió el miércoles que los viales de ketamina líquida vendidos a Perry fueron desviados de una clínica de San Diego u obtenidos mediante falsos pretextos de mayoristas de ketamina. En un caso, Chávez admitió haberle proporcionado a Perry, a sabiendas, nueve pastillas de ketamina de 200 mg que habían sido compradas con receta escrita para un ex paciente sin su conocimiento o consentimiento.
Perry recibió drogas de todos lados.
Chávez y Plasencia no son los únicos involucrados en la red que promovió la adicción de Perry y por eso se dice que son los responsables de la muerte del actor. Su asistente personal Kenneth Iwamasa y el exproductor de televisión Erik Fleming también se declararon culpables y están a la espera de sentencia. Según los fiscales, Fleming actuó como un “traficante callejero” que obtuvo grandes cantidades de ketamina de la llamada “Reina de la ketamina” Jasveen Sangha (también el principal acusado) y se la vendió a Perry en los días previos a su muerte.