«El 26 de noviembre de hace dos años, en Roma, en el Palacio que temporalmente es mi residencia, se firmó el Tratado del Quirinale, que desde su primer artículo prevé «la puesta en marcha de iniciativas conjuntas de formación» para nuestros diplomáticos». Así hablaba Sergio Mattarella desde la embajada de Italia en París donde se reunió con una delegación de jóvenes diplomáticos de los dos países. “Para mí es una doble oportunidad: conocerlos y celebrar la solidez de las relaciones entre Francia e Italia, destacando el papel fundamental de los jóvenes diplomáticos en la promoción del diálogo constructivo”. En vísperas de una jornada que el Jefe de Estado pasará con Emmanuel Macron, entre el Louvre y el Elíseo, se recuerda la importancia del acuerdo, que supone una mayor cooperación entre los dos estados.
De Gaulle habló de la interdependencia de los pueblos latinos
“Ésta y otras disposiciones del Tratado del Quirinal miran al futuro pero tienen raíces antiguas”, añade el Presidente de la República. «El día de su firma estaba pensando, entre otras referencias, en lo que el general de Gaulle declaró desde Argel el 27 de julio de 1943, y que yo había recordado unos meses antes, teniendo el honor de hablar en la Sorbona. Apenas habían pasado dos días desde la caída del fascismo y De Gaulle hablaba de «proximidad» e «interdependencia entre dos grandes pueblos latinos»».
Las relaciones entre Italia y Francia tienen siglos de antigüedad
Para Mattarella «las relaciones entre Italia y Francia tienen siglos de antigüedad. Será tu trabajo seguir alimentándolos. Juntos en la posguerra contribuimos a la fundación de la Unión Europea en torno a un núcleo de valores compartidos: democracia, tolerancia, solidaridad. Con el tiempo fue aumentando el reconocimiento hacia aquellos grandes estadistas que con visión y valentía iniciaron el camino. Empezando por la Declaración de Robert Schumann del 9 de mayo de 1950 para reunir, entre los seis países fundadores, las energías de la época: el carbón y el acero».