Mattarella: siéntete orgulloso de nuestra agricultura


«La enorme magnitud del paso adelante dado en estos 75 años que nos introduce en otro mundo. Un mundo que las reformas y políticas de la República y las de la Unión Europea han fomentado y que las empresas agrícolas han moldeado. ¡Debes, debemos, estar orgullosos de ello! Por el nivel de calidad y de producción de riqueza alcanzado, por la profunda revolución social que, incluso en el campo, ha hecho efectivos los principios de igualdad consagrados en los primeros artículos de nuestra Carta.» Así lo expresó el Presidente de la República, Sergio Mattarella, ante la Asamblea General de Confagricoltura.

Hay interés público en su desarrollo.

Según el Jefe de Estado, «el objetivo principal de la disposición constitucional era aumentar la cantidad de producción agrícola para satisfacer las necesidades de la población, que había salido exhausta de la guerra. Indicando la obligación de cultivar la tierra. También por ello el art. 47 dispone que «la República favorece el acceso a la propiedad de cultivo directo». En nombre de un interés general superior, que va más allá de las relaciones económicas bilaterales normales. La Constitución define el interés público en el desarrollo racional de los cultivos agrícolas, considerados dignos de protección». Para Mattarella «la agricultura, de un problema, de un elemento de atraso, se ha convertido en sinónimo de oportunidad y bienestar. Más -y mejor- que otros sectores económicos, ha sabido difundir la modernidad, saliendo de una actividad de mera subsistencia, de autoconsumo autárquico, para crear valor, convirtiéndose en vector de internacionalización de la economía».

La producción agrícola uno de los pilares de la UE

«El Tratado de Roma de 1957, en armonía con la Constitución italiana, sigue sus temas, demostrando la influencia de nuestra República, país fundador, en el proceso de integración europea», añade Mattarella. «Centrarémonos en esto por un momento, dado que posteriormente la política agrícola común sería durante mucho tiempo – y sigue siendo – uno de los pilares de la Unión Europea y una garantía para nuestra producción agrícola. Estos son los objetivos señalados: aumentar la productividad agrícola, asegurando el desarrollo racional de la producción; garantizar un nivel de vida justo para la población agrícola; garantizar la seguridad de los suministros; por último -y éste es un elemento nuevo- garantizar precios razonables para los consumidores. Como se puede ver, además de las necesidades de productividad y producción, el objetivo es intervenir en las condiciones de los ciudadanos empleados en la agricultura, que residen en las zonas rurales».

Italia en la agricultura nunca a la defensiva

La Unión Europea, prosigue el Presidente de la República, «es el primer exportador mundial de productos agroalimentarios y, en ella, Italia y Francia compiten por el primer lugar. Es parte del poder blando europeo. Con ellos se exporta un estándar de calidad y de salud, se afirma un modelo de consumo y de vida que se impone en los mercados -como en el caso de la dieta mediterránea- con la persuasión de su valor, frente a las tentaciones de cierre. Consideremos que Italia se encuentra en el grupo superior del ranking de la Unión Europea que ha valorizado nuestras producciones en las denominaciones de «indicación geográfica protegida», «denominación de origen protegida», «especialidad tradicional garantizada». Una Italia, por tanto, que no esté a la defensiva pero que pueda tener iniciativa en todos los ámbitos; en una temporada que ve juntos la nutrición, la protección del ecosistema, la gobernanza del territorio y la valorización de los bienes ambientales».

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Claridad y previsión para las próximas elecciones europeas

Según Mattarella, 2024 «se caracterizará por un gran ejercicio de democracia: los pueblos europeos serán llamados a elegir el Parlamento de Europa, máximo órgano que representa la voluntad de los ciudadanos del continente. Se necesitará claridad de juicio y previsión consciente para estar a la altura de los desafíos que nos preocupan. Es necesario reforzar las estructuras de la Unión en numerosos ámbitos, desde la defensa hasta la agricultura».



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