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Matt Gaetz, el agitador congresista republicano de Florida, ha tomado medidas para derrocar al presidente de la Cámara de Representantes, preparando el escenario para una dramática votación dentro de 48 horas para determinar el destino político de Kevin McCarthy.
Gaetz tomó la audaz medida de intentar destituir a McCarthy el lunes por la noche, apenas dos días después de que el presidente negociara un acuerdo con los demócratas para evitar un costoso cierre del gobierno.
Gaetz dijo a la Cámara que iba a presentar una resolución “declarando vacante el cargo de Presidente de la Cámara de Representantes”. Es apenas la tercera vez en la historia de Estados Unidos que se presenta una moción de anulación en un intento de destituir a un portavoz.
Se produce después de meses de acritud entre los dos hombres y prepara el escenario para una votación decisiva para McCarthy que debe tener lugar dentro de dos días, o el miércoles por la noche. Necesitará que una mayoría de la Cámara de Representantes vote a su favor si quiere permanecer en su cargo.
McCarthy y sus aliados han insistido en que está dispuesto a afrontar el desafío. Minutos después de la moción de Gaetz, McCarthy respondió en X, anteriormente Twitter: «Adelante».
Pero McCarthy tiene poco margen de maniobra, dado que los republicanos controlan la cámara baja del Congreso por un margen muy pequeño. Si Gaetz cuenta con el respaldo de más de un puñado de rebeldes republicanos, McCarthy necesitará un número crucial de legisladores demócratas para cruzar el pasillo político y salvarlo de perder el mazo del presidente.
Los líderes demócratas en la Cámara no han dicho cómo ordenarían a sus miembros que voten. Sin embargo, es casi seguro que McCarthy no contará con el apoyo de todos los demócratas.
Pramila Jayapal, congresista demócrata del estado de Washington e influyente jefa del Caucus Progresista del Congreso, ha dicho repetidamente que su grupo no “salvaría a McCarthy”.
Pero otros demócratas se han mostrado cautelosos a la hora de darle una victoria a Gaetz. Steve Cohen, el congresista demócrata de Tennessee, le dijo a Axios que “[McCarthy] hizo lo correcto. . . y definitivamente votaré para no desalojar. Espero que un buen número de demócratas también lo hagan”.
Gaetz ha sido una espina clavada en el costado de McCarthy desde enero, cuando podría decirse que fue su principal torturador, negándose a respaldar al congresista de California en su búsqueda del mazo de Portavoz. McCarthy fue elegido presidente en la decimoquinta ronda de votación, un récord, después de que Gaetz cambiara un voto de “no” a “presente”.
Pero Gaetz aumentó su presión sobre el presidente el fin de semana, después de que McCarthy negociara un acuerdo bipartidista para evitar el inminente cierre del gobierno.
El viernes, 21 rebeldes republicanos, incluido Gaetz, votaron en contra de una propuesta de financiación temporal del gobierno presentada por McCarthy que incluía fuertes recortes presupuestarios, un punto crucial para los demócratas.
El sábado, McCarthy regresó con una nueva propuesta para mantener la financiación gubernamental en los niveles actuales hasta mediados de noviembre. Ese acuerdo fue aceptado por los demócratas de la Cámara de Representantes, aunque no incluía ayuda adicional para Ucrania. Pero le costó a McCarthy el respaldo de 90 miembros de su propia conferencia, que se opusieron a la medida.
Gaetz ha insistido en que McCarthy merece represalias por trabajar con los demócratas. Pero varios de los rebeldes que votaron en contra del acuerdo de compromiso el sábado, incluida Marjorie Taylor Greene, la congresista republicana de línea dura de Georgia, han dicho desde entonces que no creen que McCarthy deba ser derrocado.