Más RCP, represión de menores y expulsiones: todas las nuevas medidas contra los inmigrantes


Un centro de repatriación para cada región, acelerar el reconocimiento de menores y ampliar el internamiento hasta los 18 meses, el máximo permitido por la Unión Europea. El «cambio de paradigma» anunciado por la primera ministra Giorgia Meloni pasa por estos puntos estratégicos que constituirán la columna vertebral de otro paquete de seguridad que el Gobierno se dispone a lanzar en el Consejo de Ministros el lunes y que probablemente se incluirá como enmienda al decreto Caivano sobre la violencia juvenil.

Duplicar el número de RCP

El Primer Ministro acelera y, por tanto, se prepara para aplicar una nueva ofensiva contra la inmigración ilegal. Uno de los objetivos prioritarios es duplicar el número de Centros de permanencia y repatriación, creando uno para cada Región. De hecho, hasta la fecha sólo hay diez RCP, más que insuficientes, como subraya Meloni en el vídeo, y además en muchos casos se encuentran en estado de deterioro. Por este motivo, el Palacio Chigi confiará a la Defensa la tarea de identificar las estructuras abandonadas o en desuso donde se puedan construir los nuevos Centros, que deberán estar valladas y fácilmente vigiladas. Pensamos, en particular, en cuarteles o estructuras públicas en desuso. Los Centros, sin embargo, se construirán en zonas con baja densidad de población. Como en Cerdeña, donde en Macomer pronto comenzarán las obras de la antigua prisión de la provincia de Nuoro que alberga el Centro: en la nueva ala renovada habrá 32 nuevas plazas, además de las 50 ya ocupadas. La próxima semana habrá una inspección por parte de los técnicos de la empresa encargada de las obras, junto con los de Invitalia, que gestiona el procedimiento de licitación en nombre del Ministerio del Interior.

Puntos críticos en zonas fronterizas

Otra cuestión se refiere a los puntos críticos en las zonas fronterizas, en particular en Calabria y Sicilia, para acelerar los procedimientos de acceso al país. Aquí también se podrían crear zonas especiales de detención. Precisamente en este aspecto el Gobierno pretende apretar el acelerador para examinar las solicitudes en el menor tiempo posible. El objetivo es «deshacerse» de los trámites en el plazo de una semana desde la llegada del migrante a Italia y luego proceder a concederle el estatuto de refugiado o, por el contrario, a la repatriación al país de origen. Repatriaciones que, no obstante, estarán siempre sujetas a la autorización de los países de origen.

Reconocimiento de la menor de edad

Otro punto delicado en el que trabaja el Palacio Chigi es el del reconocimiento de la menor edad de quienes desembarcan en las costas italianas. De hecho, no son raros los casos en que se autocertifica una edad que no corresponde a la registrada para aprovechar las ventajas otorgadas a los menores que ingresan al país. El Gobierno también quisiera intervenir en este aspecto, en particular cuando la diferencia entre la edad declarada y la apariencia física es claramente contradictoria.

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Aumentar el número de repatriaciones

Nuevas normas, por tanto, que pretenden contener el acceso ilegal a Italia y al mismo tiempo aumentar el número de repatriaciones, que en los primeros siete meses de este año fueron algo más de 2.500. Por este motivo, numerosos ministerios, desde Defensa hasta el Ministerio del Interior pasando por Justicia, están trabajando en un trabajo coordinado por el subsecretario en el Palacio Chigi Alfredo Mantovano que puede conducir a la aplicación de las nuevas medidas lo antes posible, pasando directamente de una enmienda al decreto Caivano, en lugar de crear uno desde cero. Se trata de una hipótesis definida como «concreta» por fuentes gubernamentales. El decreto con «medidas urgentes para combatir las penurias juveniles, la pobreza educativa y la delincuencia juvenil, así como para la seguridad de los menores en el entorno digital» fue presentado ayer en el Senado, donde comenzará el examen parlamentario.



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