Iba a ser un partido especial para Martín Perín (21), jugador de voleibol de nuestra selección nacional. Su familia estaba en las gradas, al otro lado de la red su hermano Pierre (19) era el oponente. Hasta que de la nada se desplomó, sin latido del corazón. “Sigo viéndolo en mi mente, ese vacío en sus ojos”, dice su padre. Mantenemos una intensa y emotiva conversación con Martín y sus padres sobre ese momento, el desfibrilador que le salvó la vida y el amor por su deporte.
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