Una escuela exclusiva en El Cairo. Algunos números sorprendentes. Una carrera lenta. Un golpe de mercado atormentado. Un curso de alemán. Un par de comparaciones engorrosas. Un explorador iluminado. Una historia que no es la historia habitual. Una bomber que valdrá oro el próximo verano
Como Godzilla, de quien el mundo sólo se fijó cuando decidió abandonar los atolones del Pacífico y deambular. Hay un delantero en Europa que marca más que Haaland, que hace más asistencias que Cole Palmer y Vinicius y más tiros por partido que Kane y Musiala, que es más certero en el tiro que Retegui y más fuerte de cabeza que Jonathan David, que crea Más acciones de gol que Lewandowski y Gyokeres, pero se salta a hombres como Yamal y también te castiga con un tiro libre. Omar Marmush Es, con los números en la mano, un monstruo: en 12 partidos de la Bundesliga, la mitad de los cuales no se completó, marcó 13 goles y dio 7 asistencias, realizó 2,7 regates y 1,5 centros por partido y entre los atacantes sólo Ndoye del Bolonia encaja en Europa. más faltas que él. Luego está lo que los números no dicen pero sí la clasificación: su Eintracht es segundo en la Bundesliga -4 detrás del Bayern, contra el que empató 3-3 con Marmoush contribuyendo con dos goles y una asistencia. Para despertar a Godzilla, que dormía felizmente en el fondo del mar, fueron necesarias las pruebas nucleares de los estadounidenses, aquí fue necesario un traslado gratuito del Wolfsburgo, el equipo que lo creó, al Eintracht. Parámetro cero sobre el papel, en realidad llegó al final de una serie de escaramuzas en las que Marmoush rechazó cualquier oferta de renovación. En septiembre se disputó el Wolfsburgo-Eintracht y en el Volkswagen Arena primero le abuchearon y luego se echaron a reír cuando mandó a órbita el primer balón que intentó frenar. Pero luego marcó dos goles: en el primero silenció a sus antiguos aficionados tapándose los oídos con las manos, en el segundo los despreció celebrando con los nuevos.