Maniobra, es una búsqueda de recursos: de beneficios adicionales a déficits, hipótesis de cobertura


En la mayoría existe una creciente tentación de recurrir a palanca del déficit financiar al menos parte de la próxima Ley de Presupuesto, que debería ser confirmada entre 25 y 30 mil millones. El baño de realismo del ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, que en la reunión de Rímini habló de una maniobra “complicada” ante la escasez de recursos, ha activado entre los partidos en el gobierno nuevas hipótesis de financiación que podrían encontrarse ignorando los objetivos de reducción del déficit de el año que viene, el último con las excepciones a las normas de Maastricht y, por tanto, la última ventana para “sobrepasar” sin arriesgar el procedimiento de la UE.

La oposición del ministro Giorgetti

El ministro el siempre excluyo de querer trabajar sobre el déficit fijado en el Def de abril en el 3,7% para 2024, pero esta orientación emerge mayoritariamente, aunque con matices diferentes, de los sectores más “intervencionistas” partidarios de una fuerte contribución del déficit a la maniobra para aquellos más “posibilidades” que suponen una desviación de unos pocos decimales. Una nota une los distintos frentes: elevar el listón del déficit en esta fase ya no parece un tabú sino casi una oportunidad, la última oportunidad, señalan fuentes parlamentarias. Y por dos razones. Primero, es la última temporada precisamente sin las limitaciones de la UE sobre el déficit, dado que si la propuesta de la Comisión se aprueba a partir del 1 de enero, volverían las normas europeas, aunque revisadas respecto al pasado, mientras que si la reforma no se aprueba, volvería el antiguo Pacto de Estabilidad, que, según observa la mayoría, es aún más peor para los países con elevados déficits y deudas como Italia. La segunda razón para desviar finalmente el límite del déficit de los compromisos asumidos en abril es que con las elecciones europeas de junio difícilmente la Comisión Von der Leyen saliente se comprometería una lucha de brazos con un país fundador como Italia.

La cita con la nota de actualización del Def

Con el Nadef a finales de septiembre, superar en algunas décimas el déficit del 3,7% del PIB en 2024 indicado la pasada primavera daría oxígeno para cubrir la maniobra de otoño de unos 30.000 millones de euros, que ya empieza con una dote de más de 4 mil millones derivados de la diferencia entre el déficit planificado y el tendencial (3,5%). Si luego se decidiera -aunque sea una hipótesis remota- ignorar todo el ajuste de 2024, dejando inalterado el déficit en el 4,5% del PIB indicado en el Def, los márgenes se abrirían en 0,8 puntos porcentuales, casi 16 mil millones.

La señal (no positiva) a los mercados

Pero esta última hipótesis no es factible porque daría una mala señal a los mercados y aliviaría la carga de ajustes más onerosos en los años venideros. Según se sabe, es posible que finalmente se pueda encontrar el equilibrio limitando al máximo las intervenciones de la Ley de Presupuesto, deteniéndolas en 25 mil millones (única reconfirmación del recorte de la cuña fiscal reforzada con el decreto de mayo El primero cuesta 9 mil millones). Los recursos seguros en este momento son los más de 4 mil millones del tesoro del mes de abril, 1,5 mil millones en recortes de gastos y el impuesto sobre los beneficios extraordinarios (3,5 mil millones pero es un importe excepcional).

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Hasta la fecha faltan 16 mil millones

Otros recursos provendrían de la lucha contra la evasión fiscal (2,8 mil millones hasta 2025, afirmó el director de la Agencia Tributaria, Ernesto María Ruffini), pero actualmente hay una cobertura cierta por un total de 9 mil millones. Por lo tanto, hasta la fecha faltarían casi 16 mil millones, de ahí la hipótesis de recurrir al apalancamiento del déficit, al menos por algunas décimas.



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