El Departamento de Protección Civil ha emitido un nuevo aviso de alerta roja en Emilia-Romagna desde la madrugada del domingo 14 de mayo debido al riesgo de lluvia y tormentas eléctricas. De hecho, una gran área de depresión con un centro de acción situado entre Francia y Cerdeña caracteriza las condiciones en el área mediterránea, desencadenando un flujo de corrientes calientes-húmedas del sudoeste que ascienden desde el norte de África hacia los Balcanes, provocando un empeoramiento inicial de la condiciones climáticas en parte de Italia. Los fenómenos vendrán acompañados de fuertes chubascos, actividad eléctrica frecuente, posibles granizadas y fuertes rachas de viento. La alerta amarilla también se evaluó en Veneto, Lombardía, Lazio, Abruzzo, Campania, Molise y en toda Umbría.
Intervenciones de seguridad
La alerta roja de Protección Civil, por lo tanto, vuelve a poner en el centro de atención la imagen meteorológica de Emilia Romagna. Después de las inundaciones y desbordamientos registrarse a principios de mayo los ríos y sus riberas en las llanuras y los deslizamientos de tierra en los Apeninos vuelven a ser el centro de atención, en particular en las provincias de Bolonia, Rávena, Forlì-Cesena y Módena. Entre las intervenciones de mayor impacto para prevenir una nueva emergencia en la zona dispuestas en los últimos días por los técnicos de la Región, las de cerrar dos roturas en la orilla del río Sillaroen la zona de Imolese con el uso de casi 7.000 toneladas de canto rodado y 24.000 toneladas de tierra.
De los más de 160 evacuados en la provincia de Forlì-Cesena, 86 están en el municipio de Dovadola. Hay dos puntos críticos principales: el derrumbe en Trove provocó una orden de expulsión de 31 personas de sus casas y la situación de la carretera municipal a Montepaolo, efectivamente intransitable con 5 derrumbes en 7 kilómetros que provocó la evacuación de 41 personas , incluidos 19 invitados de una comunidad psiquiátrica y 8 monjas.
En cuanto al río Sillaro, el 2 de mayo se iniciaron los trabajos de restauración de las dos vías de terraplén en la zona de Bolonia. El más importante, de unos 50 metros de largo, afecta a la defensa del banco entre Massa Lombarda e Imola, y provocó la inundación de la aldea de Spazzate Sassatelli (Imola) y Conselice (Ravenna). Para su reparación se colocaron 6.000 toneladas de cantos rodados que se trasladaron al lugar con unas 200 cargas de vehículos pesados y 23.500 metros cúbicos de tierra. En cambio, otras 600 toneladas de cantos rodados cerraron la brecha en via del Tiglio, en Imola, junto con más de 3.000 metros cúbicos de tierra.