Madre Gaby busca testigos y pistas sobre el robo de su hijo de 13 años


El hijo de Gaby Moelands recorre la ruta en bicicleta cien veces por semana y nunca pasa nada, hasta el pasado sábado por la tarde. Luego, el chico de Breda, de trece años, fue atacado en la carretera que le era familiar por dos chicos que iban en un scooter. “Le pusieron un cuchillo grande en la garganta”, dice sorprendida una madre, que busca testigos a través de llamadas en las redes sociales.

Gaby, de 40 años, que vive cerca del lugar del robo con su marido de 43, su hijo y su hija de 11, aún no puede llegar. Siempre se sienten muy seguros en este barrio. “Aquí nunca pasa nada. Nunca esperé esto y nunca pensé en ello”.

Nos vemos el sábado. El hijo de Gaby, cuyo nombre ella prefiere mantener en secreto por su propia seguridad, fue esa noche en bicicleta por el Moerenpad a la fiesta de un amigo. En el camino, una scooter con parabrisas negro se detiene junto a él con dos niños, dice Gaby. Le piden direcciones y él estaba dispuesto a ayudar. El primero de los dos preguntó si quería detenerse un momento para buscar la dirección en el teléfono.

“Entonces el chico que estaba detrás tomó un cuchillo y se lo puso en la garganta. Por lo que entendí, era un cuchillo grande”. En el carril bici cerca de la guardería Hupsakee, lo llaman para que le entregue su abrigo de invierno y su teléfono. El niño entrega sus cosas y los ladrones en el scooter se marchan.

“Ese día estaba hablando de dejarlo ir un poco más”.

“Por suerte no se resistió”, dice Gaby con alivio. Por tanto, no resultó herido. “Ese día estaba hablando de dejarlo ir un poco más y luego sucede esto”. Su hijo se encuentra bien después del intenso evento. “Acaba de ir a la escuela hoy, pero ahora está tomando una ruta diferente, una con más luz y casas a lo largo del camino. Está bien, pero lo vigilaremos de cerca”.

En definitiva, la familia ha pasado un fin de semana agitado. El robo fue denunciado el domingo. “La policía lo manejó bien, nos ayudó bien e inmediatamente inició una investigación en el vecindario”. Según la policía, los dos autores tienen entre 14 y 18 años y fueron enviados una llamada al mundo en busca de testigos o posibles imágenes de cámara.

Pero encontrar a los perpetradores será una historia difícil, porque los chicos que iban en el scooter estaban vestidos completamente de negro, tenían cascos y viseras cerrados y, por lo tanto, estaban irreconocibles. Gaby también pidió ayuda en las redes sociales, pero hasta el momento sin resultados. “No, lamentablemente todavía no hemos recibido ningún aviso”.

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