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Emmanuel Macron respondió a las acusaciones de que el arresto del director ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, en Francia tiene motivaciones políticas, después de que la medida sorpresa aumentara las tensiones con Moscú y intensificara un debate global sobre la libertad de expresión.
Los fiscales franceses anunciaron el lunes que detuvieron al multimillonario nacido en Rusia, que ahora es ciudadano franco-emiratí, como parte de una investigación abierta en julio sobre la moderación por parte de la aplicación de mensajería de presuntas actividades delictivas en la plataforma, que incluyen la difusión de material de abuso sexual infantil, tráfico de drogas, fraude y lavado de dinero.
El presidente francés también intervino el lunes después de que algunos legisladores rusos afirmaran que el arresto se realizó por motivos políticos, mientras que la embajada rusa en Francia dijo que había solicitado acceso consular a Durov.
“He leído aquí informaciones falsas sobre Francia tras la detención de Pavel Durov”, escribió Macron en X el lunes. “La detención del presidente de Telegram en territorio francés se produjo en el marco de una investigación judicial en curso. No se trata en ningún caso de una decisión política. Son los jueces los que deben decidir”.
Apodado el “Mark Zuckerberg de Rusia” tras cofundar su red social más popular, VKontakte, Durov huyó del país en 2014 después de supuestamente negarse a cumplir con las demandas de Moscú de acceso a los datos de los usuarios ucranianos que protestaban contra una administración prorrusa.
Su arresto marca la acción nacional más drástica contra un jefe de redes sociales hasta la fecha y es la última batalla entre funcionarios y reguladores preocupados por la seguridad en línea y los defensores de la libertad de expresión.
A principios de este mes, el multimillonario tecnológico Elon Musk se enfrentó con el líder del Reino Unido, Sir Keir Starmer, y el comisario europeo Thierry Breton después de criticar la actuación policial del Reino Unido en los disturbios de Southport y compartir información errónea y contenido de extrema derecha en torno a los acontecimientos, en una medida que fue percibida por los críticos como un factor que avivó aún más la violencia.
Durante el fin de semana, Musk, un autodeclarado absolutista de la libertad de expresión, atacó a las autoridades francesas publicando el hashtag “#freepavel” en su plataforma.
La orden de arresto contra Durov fue emitida por Ofmin, una agencia policial francesa creada el año pasado enfocada en prevenir la violencia contra menores.
“En el centro de este problema está la falta de moderación y cooperación por parte de la plataforma (que tiene casi mil millones de usuarios), en particular en la lucha contra los delitos sexuales contra menores”, escribió el lunes en LinkedIn Jean-Michel Bernigaud, secretario general de Ofmin.
La Ofmin está trabajando en la investigación preliminar en cooperación con la fiscalía de París y los funcionarios de aduanas. La fiscalía también indicó el lunes que entre las acusaciones figuraba “la negativa a entregar, a petición de las autoridades competentes, información o documentos”.
Durov fue detenido el sábado por la noche en el aeropuerto de París-Le Bourget tras llegar en su avión privado procedente de Azerbaiyán. El domingo, el juez de instrucción prorrogó su detención de 24 a 96 horas, tiempo durante el cual un juez deberá decidir si presenta cargos contra él.
Telegram, con sede en Dubai, afirmó que su director ejecutivo “no tiene nada que ocultar y viaja con frecuencia por Europa”, y agregó que su moderación estaba “dentro de los estándares de la industria y mejoraba constantemente”.
La compañía también dijo que estaba cumpliendo con las leyes de la UE, incluida la Ley de Servicios Digitales, una ley histórica que entró en vigor este año y que requiere que las plataformas vigilen más de cerca el contenido dañino y la desinformación, o se arriesgan a recibir sanciones o restricciones en el bloque.
“Es absurdo afirmar que una plataforma o su propietario son responsables del abuso de esa plataforma”, ha dicho Telegram. “Estamos esperando una pronta resolución de esta situación. Telegram está con todos vosotros”.
Fundada en 2013, Telegram ha crecido enormemente en popularidad, acercándose a los mil millones de usuarios y convirtiéndose en una de las principales herramientas de comunicación en zonas de conflicto y crisis humanitarias como la guerra entre Rusia y Ucrania y el conflicto entre Israel y Hamás.
Durov ha adoptado una postura de no intervención en la moderación y ha calificado la aplicación como inatacable por los gobiernos. Sin embargo, algunos investigadores han advertido de que, como resultado, se ha convertido en un centro de actividades ilícitas y extremismo.
En los últimos años, Durov ha intentado distanciarse de Rusia y de la aplicación, en medio de afirmaciones de los críticos de que el Kremlin aún podría tener vínculos o influencia sobre Telegram.
“Pensó que sus mayores problemas estaban en Rusia y se fue… quería ser un brillante ‘ciudadano del mundo’, viviendo bien sin una patria”, escribió el expresidente ruso Dmitry Medvedev, ahora un destacado comentarista de derecha, en su canal de Telegram el domingo.
“Ha calculado mal. Para nuestros enemigos comunes, sigue siendo ruso: impredecible y peligroso, de sangre diferente”.