El multimillonario francés Bernard Arnault se ha asegurado el control del grupo de artículos de lujo LVMH durante las próximas tres décadas. El cambio, previsto inicialmente en el momento de su muerte, se ha visto desencadenado ahora por el cumplimiento de 25 años de su hijo menor, Jean Arnault, informa el periódico italiano Sole 24 Ore. El control no se transfiere a una fundación belga, sino a la sociedad en comandita Financière Agache.
La estructura de la sociedad en comandita tiene tanto socios colectivos con facultades administrativas como socios comanditarios con derechos económicos. En este caso, Ludovic y Stéphanie Watine, los hijos de la difunta hermana de Bernard, tienen prioridad sobre las cuestiones económicas. Sin embargo, el control final recae en el socio director, Agache Commandité.
Los cinco hijos de Bernard Arnault poseen a partes iguales el capital de Agache Commandité y no se les permite vender acciones durante 30 años para garantizar el control familiar a largo plazo. Bernard Arnault, de 74 años, seguirá siendo director general de la empresa con poderes ilimitados hasta que cumpla 95 años.
Las marcas de lujo y las corporaciones fundadas por una familia a menudo retienen a miembros de la familia en posiciones de liderazgo debido a su compromiso con el éxito y el legado a largo plazo de la empresa, brindando estabilidad, una visión compartida, confianza y control. Su conexión emocional con la historia y los valores de la empresa puede ayudar a mantener la estabilidad y la continuidad. Aunque a veces resulta difícil para los externos avanzar a posiciones de liderazgo, es esencial que las empresas integren una gestión profesional para obtener nuevas perspectivas y experiencia.
Esta publicación traducida apareció anteriormente en FashionUnited.com