Luz verde para nuevos planes ferroviarios, pero falta un elemento crucial: los centavos

El miércoles, el ministro de Movilidad, Georges Gilkinet (Ecolo), recibió un mandato del Consejo de Ministros para completar las negociaciones con el NMBS y el operador de la red ferroviaria Infrabel. Las empresas ferroviarias llevan años esperando un nuevo acuerdo con el Gobierno que establezca lo que se espera de ellas. Sobre la base de los borradores de los contratos de gestión que Gilkinet puso sobre la mesa, ahora se aclararán los puntos finales. Las líneas principales ya están establecidas.

Según la visión del gobierno, para 2040 deberíamos usar el tren el doble de veces que viajamos. Por lo tanto, se impondrán requisitos estrictos a la NMBS durante los próximos diez años. Para 2032, debería haber un 10 por ciento más de trenes en un día laboral normal. Más del 20 por ciento los sábados. Si viene en bicicleta, debería ser más fácil encontrar un lugar en la estación y en el tren. Por ejemplo, los cobertizos para bicicletas deben tener un 40 por ciento más de capacidad.

Estos objetivos fueron elaborados en consulta con las empresas ferroviarias, pero eso no quita que aún queden puntos de discusión. Gilkinet, por ejemplo, quiere acelerar la accesibilidad de los andenes, por ejemplo elevándolos a la misma altura que el tren. Cualquier persona con discapacidad, que conduzca un buggy o simplemente tenga dificultades para caminar pronto también tendrá un acceso más fácil a una estación.

Según Gilkinet, el administrador ferroviario Infrabel debe acelerar la eliminación de cuellos de botella en la red ferroviaria. Estos son cruces donde convergen demasiados trenes en muy pocas vías, por lo que un problema menor puede convertirse rápidamente en una serie de retrasos.

3.4 mil millones

Falta un elemento crucial: la financiación. Según sus propios cálculos, NMBS e Infrabel necesitan nada menos que 3.400 millones de euros extra para cumplir la lista de deseos del gobierno. La gran mayoría de esto iría a Infrabel, que tiene que eliminar un gran retraso en el mantenimiento de las vías. Las direcciones de las empresas exigen pues mantequilla con el pescado.

Como ministro verde, Gilkinet está haciendo campaña por este presupuesto, pero la discusión es difícil. El déficit presupuestario belga se elevará a 28 mil millones de euros este año. Además, aún deben tomarse decisiones difíciles con respecto a las pensiones, los impuestos y la eliminación de la energía nuclear. Por el momento, la discusión sobre el presupuesto ferroviario se pospuso hasta las conversaciones sobre el presupuesto en septiembre. Hasta entonces, habrá considerables discusiones entre bastidores entre las empresas ferroviarias y el ministro.

Si todo va bien, los acuerdos de gestión se finalizarán este otoño. Determinan la política ferroviaria de 2023 a 2032.



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