Lula de Brasil sella pacto con partidos de oposición con la esperanza de obtener impulso político


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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, selló el miércoles un pacto muy esperado con dos principales partidos de oposición, en un acontecimiento que remodelará la arena política del país y fortalecerá la capacidad del gobierno para aprobar leyes.

El acuerdo, que llega después de meses de disputas y negociaciones secretas, intercambia dos puestos en el gabinete del gobierno del líder de izquierda por el apoyo político en el Congreso de los progresistas y republicanos de derecha.

Ambos partidos fueron importantes aliados del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, quien dejó el cargo en enero.

Para Lula, el pacto debería ayudar a que la legislación gubernamental sea aprobada por un Congreso ampliamente conservador, que hasta ahora ha actuado como amortiguador contra las propuestas más progresistas del presidente.

Los analistas esperan que la alianza amplíe la base de apoyo de Lula en la cámara baja (la Cámara de Diputados, de 513 miembros) de unos 250 legisladores a unos 320. Esto sería suficiente para superar el umbral de 308 votos necesario para realizar enmiendas a la constitución.

“Es como si en el fútbol tuviéramos un equipo que liderara el campeonato en la primera ronda. Y ahora, para seguir siendo líderes, decidimos reforzar el equipo”, declaró al Financial Times Alexandre Padilha, ministro de Relaciones Institucionales.

Después de que el Congreso aprobara el mes pasado un marco fiscal para flexibilizar los límites al gasto, el gobierno de Lula ahora está impulsando una reforma fiscal. El Congreso también tendrá voz sobre el presupuesto recientemente anunciado por el gobierno para el próximo año, así como sobre una propuesta del ministro de Finanzas, Fernando Haddad, para gravar a las entidades extraterritoriales y a las apuestas deportivas en línea.

El pacto subraya la maleabilidad del panorama político en Brasilia. Tanto los progresistas como los republicanos son miembros del llamado Centrão, o Gran Centro, un bloque amorfo que intercambia apoyo por nombramientos destacados y recursos para sus máquinas electorales.

El apoyo del Centrão a menudo puede hacer o deshacer a un gobierno. Bolsonaro se había aliado con el bloque, a pesar de haber sido un opositor vocal de su estilo político transaccional.

Como parte de su acuerdo, Lula entregó el Ministerio de Deportes a André Fufuca, un legislador progresista y aliado cercano del presidente de la Cámara, Arthur Lira. El Ministerio de Puertos y Aeropuertos fue confiado a Silvio Costa Filho, legislador republicano.

Con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina el próximo año, los ministros esperan utilizar sus cargos para iniciar proyectos que pulir la reputación de sus partidos antes de las elecciones.

Los analistas advirtieron, sin embargo, que la nueva alianza no sería un cheque en blanco para Lula y que algunos legisladores continuarían votando por su propia voluntad.

«Muchos parlamentarios del Centrão son conservadores y no se alinearán con el gobierno en agendas de izquierda», dijo Wagner Parente, director ejecutivo de BMJ Consultores. «El [pact] no implica un apoyo irrestricto a Lula”.



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