El Inter desbloquea el partido ante el Udinese gracias a Lukaku, que convierte el penalti cobrado por Dumfries. En el primer intento Silvestri salvó, pero hubo que repetir el penalti y el belga no falló. Habían pasado 636 días desde el último gol liguero del delantero en San Siro: ya entonces el adversario eran los friulanos.