La expulsión de Leao y la igualada de Djuricic podrían haber descarrilado a los rossoneri, que en cambio salieron victoriosos de la batalla de Marassi. Tras Saelemaekers marca Messias: ahora los goles vienen del lado menos esperado
Bérgamo, Reggio Emilia, Salzburgo. Tres empates fuera de casa que habían preocupado a los aficionados rossoneri más propensos a la ansiedad: pero ¿cómo perdió el AC Milan el toque mágico? Las respuestas llegaron de Marassi: llevarse los tres puntos tras el esfuerzo de la Champions -y hacerlo en un partido que se jugará en inferioridad numérica durante toda la segunda mitad- no fue precisamente fácil. El de la Sampdoria es el primer golpe de la temporada para el Diablo “en el camino”: si el igual del Atalanta y el de Austria cabían en la economía de un calendario repleto de compromisos duros, era sobre todo el que despertó cierta perplejidad.0-0 con el Sassuolo. Le había faltado un poco de mordisco, no le había convencido la actitud del equipo. Esta vez la intensidad no faltó, desde el primer momento. Y lo hemos visto.
Dificil
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Había preparado un partido diferente, Stefano Pioli. Tenía que ser la tarde de Origi, la carrera estaba pensada para potenciar el dinamismo del ex Liverpool, en colaboración con el confirmado De Ketelaere en un eje íntegramente belga. El nocaut casi en el último minuto de Origi volvió a poner el poder de Giroud en el centro del escenario. E inevitablemente nacía un Milán más musculoso, sobre todo cuando Leao saludaba a la empresa por la roja ondeada por Fabbri. El partido de Pobega se ha vuelto aún más, el cambio Messias-Tomori a media hora del nonagésimo ha acentuado aún más las ganas de los rossoneri de ponerla en pie de lucha. La solución de emergencia funcionó: podría haber terminado de manera diferente si Gabbiadini y Verre hubieran tenido más suerte, por supuesto, pero en general el plan de batalla del Milán se mantuvo. También para una buena dosis de claridad: la expulsión de Leao y la igualada de Djuricic pudieron haber puesto los nervios de punta a los rossoneri, pero no fue así.
Está bien
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El otro aspecto insólito de la última visita del AC Milan es el lado de donde salen los goles. Saelemaekers a puerta en Salzburgo, Messias en Marassi, su teatro favorito. Es la venganza de los… de derecha, entendida como rango de competencia. El Milan en general se inclina abiertamente hacia la izquierda: está Leao y sin Rafa le toca a Rebic (cuando está bien), o de hecho a un segundo delantero. Con la participación amistosa del tren Theo, siempre listo para presentarse en el trocar del oponente. La delantera derecha sirve más de equilibrador, históricamente, en el Milan de Pioli. Pero Messias siempre ha marcado goles, en todos los niveles. Y lo de Ferrari también pesa en el futuro, sobre todo ahora que la descalificación de Leao y los problemas físicos de Rebic han dejado al lateral izquierdo en el gran partido ante el Napoli.
11 de septiembre de 2022 (cambio 11 de septiembre de 2022 | 10:07 a. m.)
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