Lucha de brazos en el centro-derecha, Meloni trata hasta el final amargo

Giorgia Meloni espera una mayoría compacta en el Senado para votar el nombre de Ignazio La Russa, consciente de que, de lo contrario, el centroderecha comenzará la aventura de gobierno con el pie decididamente equivocado. Para evitar esta hipótesis, en una víspera llena de tensiones, el líder de la FdI ha abierto una estrecha y prácticamente amarga negociación con Silvio Berlusconi y Matteo Salvini, que no cejan en sus objetivos en varios ámbitos importantes. Con el relanzamiento de la Liga sobre el Ministerio del Interior y también sobre la presidencia del Palacio Madama. Y Forza Italia reclamando justicia.

Situación de impasse en el Senado

A pesar del optimismo declarado por todos los protagonistas («optimista y tranquilo» el premier in pectore y «decidido a encontrar un acuerdo a la altura de los retos que aguardan a Italia», la Lega), la situación de impasse se mantiene. En círculos mayoritarios no se descarta una cumbre en la noche, esa cumbre de los tres mandatarios anunciada pero que quedó por ahora en espera tras una jornada de encuentros y contactos. Comenzaron con una entrevista en la mañana entre el líder de la FdI y el ex Ministro del Interior quien estuvo acompañado por Roberto Calderoli. Y continuar con el bilateral con el Caballero en Villa Grande. Un encuentro al que también asistió Ignazio La Russa.

Molinari en la pole para la Cámara

Mientras tanto en el Consejo Federal, convocado a la Cámara, la Liga ha vuelto a subir la apuesta, centrándose en el Viminale y en el nombre de Calderoli para la cumbre del Palacio Madama. A falta de un acuerdo general, la coalición en el Senado podría decidir votar en blanco en la primera vuelta, para no quemar La Russa. Su nombre, con el de Riccardo Molinari para la presidencia de Montecitorio (a elegirse el viernes), estaba incluido en el acuerdo general para el segundo y tercer cargo del Estado que parecía definido en la mañana.

El entrelazamiento con los palcos ministeriales

«No hay problemas, hay un acuerdo», explicó Giovanbattista Fazzolari, uno de los coroneles de la FdI que desde hace días trabaja junto a Meloni para asegurarse de cerrar rápidamente después del encargo y llegar el 24 de octubre con un equipo de gobierno listo para Vamos. Para los aliados, sin embargo, antes de aceptar oficialmente esa solución, se necesita un pacto sobre las cajas de los ministerios. No es casualidad que Matteo Salvini (por la mañana él también habría estado con Berlusconi, según los rumores desmentidos) convocó poco después a la Federale della Lega. Así que se reanudó el tira y afloja, y también se cuestionó la entrada a las Cámaras.

Fi fibrilla sobre el nombre de Ronzulli

El esquema propuesto por Meloni no fue bien recibido por Berlusconi: no habría sentimiento entre los dos, esa es la tesis generalizada en la mayoría, le molesta la actitud de ella, que a su vez lucha por lidiar con los dictados de los accionistas minoritarios. Berlusconi también lucha con un partido en ebullición y no pocas tensiones en la familia, que sepamos, por cómo se manejó el caso de Licia Ronzulli. El líder de la FdI no pretende complacer al Caballero con un ministerio de peso para su leal. Pero sobre Ronzulli «sigamos adelante», aclaran fuentes azules expresando cierta irritación.



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