Los jugadores de balonmano del Füchse Berlin sufrieron su tercera derrota consecutiva en la Liga de Campeones y tienen que preocuparse por los octavos de final.
El equipo de la Bundesliga perdió ante el campeón rumano Dinamo Bucarest por 31:38 (19:18). Después de la cuarta derrota en el séptimo partido, el Füchse sigue quinto en el Grupo A. Los mejores lanzadores berlineses fueron Lasse Andersson con ocho y Mathias Gidsel con siete goles.
El campeón olímpico Andersson regresó al club capitalino tras sus problemas en el hombro. El partido empezó muy igualado, ninguno de los equipos consiguió acercarse a dos goles. La ventaja cambió de un lado a otro, con ambas líneas ofensivas dominando. Pero siempre hubo grandes lagunas en la cobertura de Berlín.
Ofensivamente defectuoso, y el portero también es débil
Además, el portero Dejan Milosavljev apenas podía controlar el balón. En el minuto 19 despejó el área para Lasse Ludwig. Al menos hizo algunos desfiles. Ofensivamente, los berlineses desaprovecharon algunas ocasiones claras, entre ellas un penalti de siete metros. Gracias a la calidad de Gidsel, los Foxes llegaron al descanso con ventaja.
Pero los invitados no salieron bien del vestuario y se quedaron inmediatamente atrás tras un parcial de 3-0. Por momentos el déficit creció a cuatro goles (24:28). Después de unos buenos 44 minutos, Milosavljev volvió a la portería y los Foxes volvieron a estar a un gol. Pero nuevamente fallaron demasiados tiros y Bucarest se alejó decisivamente en la fase final.