A muchos habitantes de la ciudad les molesta el estacionamiento en doble fila: su tranvía se detiene por minutos (¡o mucho más!) o tiene que zigzaguear entre el tráfico en su bicicleta. Y si no tienes cuidado, también terminarás en los rieles del tranvía. Rotterdam ha tenido suficiente: ya no hay una advertencia, sino un boleto inmediato.
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Los vecinos de la ciudad están molestos por el estacionamiento en doble fila: ‘No les importa todo’
