Se estima que 130.000 manifestantes acudieron a Valencia el sábado por la noche para exigir la dimisión del presidente regional Carlos Mazón. El periódico español El País escribe que miles de personas se reunieron en el centro de la ciudad con carteles y pancartas. Responsabiliza a Mazón, entre otras cosas, de la lentitud del socorro tras las inundaciones de finales de octubre, que acabaron con la vida de al menos 220 personas.
Muchos valencianos piensan que habría habido menos víctimas si el Gobierno regional de Mazón hubiera avisado antes a la población. Sólo envió un mensaje de texto a todos los ciudadanos de Valencia pasadas las ocho de la tarde, cuando las calles ya estaban inundadas y la gente volvía del trabajo a casa o tomaba la carretera. El servicio meteorológico español llevaba días advirtiendo de mal tiempo, incluido el martes por la mañana, cuando las lluvias eran más intensas.
En el centro de Valencia, los manifestantes corearon varias consignas. Le gritaban, entre otras cosas: “Estamos cubiertos de barro, tú estás cubierto de sangre”, dirigiéndose a Mazón. Sin embargo, la manifestación fue en gran medida pacífica. Sin embargo, durante un breve período se produjeron disturbios en el ayuntamiento y la policía intervino lanzando bengalas.
Las fuertes lluvias, deslizamientos de tierra e inundaciones causaron enormes daños en la región de Valencia, así como en otras partes de España. Actualmente se han desplegado unos 8.500 soldados y 10.000 policías para prestar asistencia. El gobierno español ha asignado hasta ahora 10.600 millones de euros en ayuda de emergencia.