El viernes pasado, los dos tigres siberianos, Kuma y Bohdana, dejaron a Anna Paulowna rumbo a Kazajstán. Los tigres son parte de un importante proyecto del Fondo Mundial para la Naturaleza, que quiere devolverlos a la naturaleza.
Después de un largo viaje en jaulas de transporte especiales, el sábado por la mañana los animales fueron liberados en su nuevo y espacioso recinto. Un recinto vallado en plena naturaleza, alejado de la civilización.
Nueva población
Allí descansarán un poco en un futuro próximo y luego, con suerte, se aparearán. Sus cachorros se convertirán en la primera generación de una nueva población de tigres, que realmente vivirán sus vidas en las tierras salvajes de Kazajstán.
“Tenemos los animales desde hace varios años en la Fundación Leeuw. Kuma fue confiscada una vez a un particular en Italia. Bohdana viene de Alemania y también es un tigre siberiano de pura raza. Ya queríamos devolverla a un proyecto en Rusia, pero eso ya no es posible por motivos políticos. Estamos muy contentos de tener ahora este lugar para ella”, afirma Robert Kruijff de la Fundación Leeuw.
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