Las ministras Karien van Gennip (Asuntos Sociales y Empleo) y Carola Schouten (Política de Pobreza) lamentan este estado de cosas. “Especialmente en estos tiempos de un mercado laboral ajustado”, escriben en un respuesta a la publicación del estudio.
Se estima que aproximadamente uno de cada tres buscadores de empleo vulnerables recibe apoyo insuficiente del municipio. Debido a la falta de tiempo, los profesionales a menudo se ocupan de los asuntos menos complicados y también están muy ocupados con la administración. Sin embargo, los investigadores ven que también se está haciendo mucho buen trabajo.
Parte del problema radica en la forma en que se organiza la reintegración. Por ejemplo, no todos los que se beneficiarían de esto tienen derecho a recibir ayuda para volver al trabajo, como un entrenamiento o un curso de capacitación. Además, las autoridades involucradas no siempre trabajan bien juntas.
Otro punto es que los buscadores de empleo tienen miedo de las consecuencias financieras si encuentran un trabajo, porque los derechos a los beneficios, por ejemplo, caducan. A menudo encuentran que el sistema es demasiado complicado para supervisar estos riesgos.
Van Gennip y Schouten dicen que quieren organizar la ayuda “de manera más simple y eficiente” y que la Cámara de Representantes será informada al respecto en el verano. Piensan que es una pena que un grupo de personas no pueda encontrar trabajo mientras la convocatoria de personal es tan buena.
‘Las personas que reciben beneficios a menudo apenas pueden llegar a fin de mes’
Otra conclusión del estudio es que las personas que no pueden encontrar trabajo y que dependen de los beneficios a menudo apenas llegan a fin de mes. Una de cada cinco personas en asistencia social está luchando con las deudas.
Las personas que necesitan un beneficio estándar a menudo están bien atendidas. Pero las personas con circunstancias personales específicas a menudo no obtienen la personalización que necesitan. Además, muchas personas no saben a qué planes tienen derecho.
“Lamentamos profundamente este resultado y reconocemos que demasiadas personas en los Países Bajos están luchando con serios problemas financieros, deudas problemáticas o viven por debajo del umbral de la pobreza”, dicen Van Gennip y Schouten.
Señalan medidas recientes para ayudar a las personas con los altos costos, como el tope del precio de la energía y el aumento del salario mínimo. Los ministros no descartan que se necesite más.