Llegan las etapas más importantes, con las grandes subidas que han hecho la historia del ciclismo. Jonas y Tadej competirán por el maillot amarillo en París siguiendo los pasos de Pantani y Chiappucci
Son marcados, perseguidos, seguidos. Es desde la salida de Bilbao que nunca pierden la oportunidad de burlarse, provocarse, retarse: siempre en carrera, solo en carrera, porque una vez que cruzan la línea de meta, el juego limpio inaugurado el año pasado continúa. Durante la etapa, sin embargo, esos dos nunca se pierden de vista. En la última -mientras el pelotón corría hacia Beaujolais- hubo una fracción de segundo, un momento aparentemente irrelevante en las cuatro horas de etapa, un momento que explica perfectamente cómo ha sido el Tour de Vingegaard y Pogacar hasta el momento.