Dos de sus álbumes más importantes, “Beggar’s Banquet” y “Let It Bleed”, reflejan una fase de su carrera que se caracterizó por la confusión pero también por un alejamiento creativo. Los Stones grabaron ambos álbumes entre 1968 y 1969, tiempo durante el cual perdieron a un guitarrista (Brian Jones), contrataron a uno nuevo (Mick Taylor), filmaron el “Rolling Stones Rock And Roll Circus”, realizaron giras por Estados Unidos y dieron conciertos extraordinarios en Londres. (Hyde Park) y fuera de San Francisco (Altamont).
Y estaban ocupados asumiendo los propios rápidos acontecimientos de los años sesenta. En este sentido, no fue una sorpresa que “Let It Bleed” fuera a la vez vehemente e inquietante. “Sin duda fue una época violenta”, dijo Mick Jagger en una entrevista para Rolling Stone. “Hubo la guerra en Vietnam, hubo violencia en la pantalla grande, hubo saqueos y pillajes”. En Estados Unidos, “Let It Bleed” se lanzó el día antes del concierto en Altamont, lo que sólo pareció confirmar los murmullos siniestros del álbum. .
También cabe destacar: “You Can’t Always Get What You Want” presenta al Coro Bach de Londres; Keith Richards asume la voz principal por primera vez en “You Got The Silver” (también fue el último tema en el que apareció Brian Jones); El álbum fue producido en los Olympia Studios de Londres por Jimmy Miller, quien también supervisaría “Goats Head Soup” en 1973. Pero según Al Kooper, que tocó teclados y trompa en “You Can’t Always Get What You Want”, “Mick fue el verdadero productor. Él tuvo algo que ver con todo”.
Kooper también tiene vívidos recuerdos del papel de Brian Jones: “Estaba tumbado boca abajo en el suelo, en algún rincón, leyendo artículos sobre botánica”. A pesar de todo el ajetreo, los Stones no quisieron renunciar a cierta comodidad. : “El cannabis y otras cosas siguen circulando”, afirma Kooper. “Y cuando llegó la hora de cenar, llegaron dos furgonetas y me sirvieron montañas de cosas que nunca antes había visto en un estudio: escalope de cordero, una variedad de platos de curry y, sobre todo, postres exquisitos. Era el paraíso para los fumetas”.