Atrás quedaron los días en los que la ropa profesional consistía en un conjunto separado para hombres y mujeres. En 2023, cada vez más empresas optarán por ropa de trabajo neutral en cuanto al género. Muchos clientes aplauden porque esto pone fin al enfoque sexista en la ropa de trabajo. La premisa es que todos sean tratados por igual, que es exactamente por lo que nos esforzamos estos días. Pero esta nueva tendencia trae consigo problemas que pocas personas hubieran esperado.
No se permiten códigos de vestimenta específicos de género.
Aunque la neutralización de género se ha debatido durante mucho tiempo en varias organizaciones, la mayoría de las empresas no comenzaron a implementarla hasta 2021. El detonante fue un fallo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), una organización que aboga por los derechos de los ciudadanos estadounidenses. Se trataba de un caso entre Alaska Airlines y su empleado Justin Wetherell. Como asistente de vuelo e instructor de asistente de vuelo, Wetherel, que se identifica como no binario, notó que la compañía diferenciaba entre uniformes para hombres y mujeres. La ACLU apeló a la aerolínea porque no está legalmente permitido dar a los empleados la posibilidad de elegir entre vestimenta de negocios masculina y femenina. La organización también concluyó que no está permitido diferenciar entre diferentes códigos de vestimenta, por ejemplo si se requieren cosméticos o no. Esto entra dentro de la discriminación de género.
El veredicto pronto fue noticia en todo el mundo. Aunque es sabido que la discriminación en el lugar de trabajo está prohibida, hasta entonces nadie había pensado en la discriminación en la ropa de trabajo. Después de esta noticia, cada vez más empresas empezaron a introducir ropa unisex. Esto también encaja bien en un momento en el que los roles y estereotipos de género tradicionales se están poniendo a prueba.
Las aerolíneas están cambiando sus políticas
Hasta ahora son principalmente las compañías aéreas las que están introduciendo nuevas disposiciones y adaptando el código de vestimenta. Después de todo, vieron la publicidad negativa que esto provocó entre la competencia.
La aerolínea islandesa Play lanzó una colección unisex de suéteres, zapatillas y camisetas en 2021. No sólo tuvo en cuenta los derechos de los empleados, sino también la tendencia actual hacia la ropa informal. Unos meses más tarde, la empresa canadiense Flair también lanzó una nueva gama. Desde el exterior se podían ver principalmente trajes de pantalón sencillos para mujeres y hombres. Sin embargo, la empresa aseguró que se trataba de un concepto neutral en cuanto al género: a todos se les permitía usar lo que les pareciera cómodo.
Ahora parece casi inaudito que una aerolínea opte por vestimenta corporativa específica de género y los códigos de vestimenta correspondientes. La nueva ropa de Japan Airlines, Bonza de Australia y Westjet Airlines en Australia es neutral en cuanto al género.
Algunas empresas aún no están preparadas para un nuevo uniforme, pero están ajustando gradualmente sus códigos de vestimenta. British Airways ahora permite a los pilotos masculinos usar maquillaje y pestañas postizas, y Alaska Airlines también decidió cambiar sus reglas después del castigo público. Un año después del fallo de la ACLU, la empresa introdujo etiquetas con nombres que indican los saludos de los empleados. Puedes elegir entre ella, él, ellos o una combinación de estos. Ahora los empleados pueden elegir su ropa y las normas de higiene personal externa son (casi) completamente neutrales en cuanto al género.
Igualdad en el lugar de trabajo
Cuando se presenta una nueva colección de ropa de empresa o se modifica un código de vestimenta, a menudo se envía el correspondiente comunicado de prensa. Este es el momento de resaltar lo que representa la empresa y hoy en día la neutralidad de género es un tema importante en este sentido. Esto muestra el valor que se le da a la inclusión. Aunque también hay detractores, el público parece en gran medida satisfecho.
Incluso las empresas que anuncian que están trabajando en ello, como lo hizo KLM en febrero pasado, reciben muchos elogios. La diseñadora de moda Addy van den Krommenacker dijo en una entrevista con el programa Op1 que apoya estos nuevos planes. En el programa de entrevistas, todos en la mesa parecían compartir su opinión. El fin de las distinciones de género se consideró un paso hacia una mayor igualdad en el lugar de trabajo.
volver a la historia
A medida que las aerolíneas avanzan hacia la eliminación de los uniformes específicos de género, la industria de la ropa de trabajo está trabajando para aumentar las distinciones de género.
Las empresas que fabrican estas prendas saben por experiencia que, en muchos casos, un enfoque neutral en cuanto al género no es la receta del éxito. Cuando tienes que trabajar muchas horas cada semana con ropa de trabajo, es fundamental que se ajuste correctamente a tu cuerpo. Dado que hombres y mujeres tienen diferentes tipos de cuerpo, el ajuste de esta ropa también debe adaptarse al género.
Durante años, las colecciones unisex se han utilizado en diversas industrias. Por ejemplo, hasta la introducción de la nueva colección en 2019, los empleados de los servicios de emergencia vestían un uniforme que no estaba diferenciado por género. Este sigue siendo el caso en muchas fábricas y en la industria tecnológica.
Los empleados se sientan detrás de las máquinas de coser.
Como resultado, la ropa no les sienta muy bien a las mujeres. Porque la ropa unisex casi siempre se basa en el cuerpo masculino. El corte es recto y no permite curvas.
Si los pantalones de mujer llegan a la cadera, son demasiado grandes en la cintura. Al mismo tiempo, las piernas suelen ser demasiado largas y las mangas y los hombros de la ropa exterior también son demasiado anchos. No hay suficiente espacio en los pechos, lo que provoca constricciones y tensiones en el tejido, pero también en los botones y las cremalleras.
La ropa demasiado larga supone un peligro inmediato en el lugar de trabajo: las mangas y las perneras pueden quedar atrapadas detrás de algo. Si los pantalones son demasiado anchos en la cintura, existe la posibilidad de que entre el cuerpo y la ropa se introduzcan virutas de madera y hierro, productos químicos u otros materiales. Además, los empleados afectados tienen que sujetarse constantemente los pantalones con la mano, lo que también dificulta el trabajo.
Algunas empresas optan por usar ropa sólo en determinadas zonas. O incluso los empleados se sientan detrás de la máquina de coser. En este último caso, existe un gran riesgo de que surjan disputas sobre la apariencia y el mantenimiento de la uniformidad. Después de todo, cada uno tiene una idea diferente de lo que es representativo y apropiado en la empresa.
Se trata de una buena solución a corto plazo, pero ofrece pocas perspectivas de futuro. Porque la ropa que no tiene en cuenta la fricción, el desgaste y la comodidad en determinadas zonas no puede ofrecer el mismo confort que la del sexo opuesto.
El futuro de la ropa corporativa neutral en cuanto al género
Hasta ahora, la mayoría de las empresas que han adoptado un enfoque neutral en cuanto al género no parecen haber visto motivos para desviarse de él. Hasta el momento no se han reportado incidentes significativos y no ha habido una fuerte resistencia por parte de los empleados.
A corto plazo, esto también resulta rentable para las empresas. Reciben elogios del público y garantizan así buenas relaciones públicas. El coste de adquirir uniformes unisex es varias veces menor que el de distinguir entre géneros. También ahorra mucho trabajo organizativo. Cuanto más compacta es la colección, más clara es.
Teniendo en cuenta la seguridad y la comodidad, las políticas de ropa de trabajo neutrales en cuanto al género probablemente serán diferentes en el futuro. Es más probable que se logre la igualdad dando a los empleados libertades individuales que mediante la falta de un paquete de vestimenta específico para cada género. Al fin y al cabo, esto es exactamente lo que señaló la ACLU: no se debe obligar a los empleados a elegir entre una prenda y otra, ni a seguir una regla basada en el género.
Entonces eso no significa que no deba haber ropa corporativa que marque la diferencia entre hombres y mujeres. Siempre habrá una diferencia y la ropa debe reflejar eso. Es la libertad y la igualdad lo que debe encontrar un camino equilibrado.
Este artículo traducido apareció anteriormente en FashionUnited.nl