Ha pasado ya una semana desde que un terremoto azotó el sur de Marruecos. La semana pasada se lanzaron operaciones de primeros auxilios y hoy la comunidad marroquí en Hoofddorp sigue trabajando arduamente para hacer llegar artículos a las víctimas.
Actualmente, Said Akkabi está haciendo todo lo posible para recolectar la mayor cantidad de material posible para el terremoto de Marruecos. “La gente de allí lo ha perdido todo. Su casa, sus pertenencias, su familia, todo ha desaparecido”.
Es el presidente de la fundación Marhaba, que brinda ayuda y apoyo a personas de origen no occidental que se han establecido en Haarlemmermeer. Ahora utiliza esa red para recoger artículos para las víctimas del terremoto de hoy: “Todos en Haarlemmermeer son bienvenidos, tenemos que ayudar a los pobres”.
El texto continúa debajo del video.
Los primeros productos fueron entregados ayer y ahora están esperando en un rincón de su salón. “Allí necesitan todo tipo de cosas: colchones, edredones, medicinas. También tiendas de campaña, porque dormir bajo techo es peligroso”.
Sabe exactamente lo que necesitan de otros residentes de Hoofddorp que han viajado a la zona del terremoto para ayudar, incluida la mezquita de la que forma parte Akkabi.
Existe una gran solidaridad en la comunidad marroquí de Hoofddorp, aunque la mayoría proviene del disperso norte del país. Akkabi lo ve ahora, pero también cuando un terremoto azotó Turquía hace unos meses y comenzaron una colecta: “La generosidad te da energía, incluso en una situación como esta”.
“Niños, madres, padres, bebés: a veces son los únicos que quedan”
Así lo reconoce Nora Belaini (25), que el lunes pasado celebró una recaudación de fondos con amigos. “Ves pasar las imágenes. Niños, madres, padres, bebés: a veces son los únicos que quedan. Luego se te pone la piel de gallina y se te llenan los ojos de lágrimas. Estás desgarrado”.
Compromiso
Como holandeses de origen marroquí, los coleccionistas se sintieron especialmente motivados para actuar. “Crecimos en los Países Bajos, pero es el país donde pasaste gran parte de tu juventud, donde quieres traer a tu hijo y donde están enterrados tu abuelo y tu abuela. Ese vínculo siempre permanecerá”.
El texto continúa debajo del video de Instagram.
Para ver este contenido debes aceptar las cookies.
Innumerables personas se acercaron a través de los folletos que distribuyeron, pero también a través de escuchar y decir. En 24 horas cargaron dos autobuses con, entre otras cosas, pañales, agujas, colchones inflables, tiendas de campaña, mantas y 1.300 euros. La Fundación Najiba transportó los artículos el martes pasado. “Pronto empezaremos una nueva colección”, dice Nora.