En el escenario cuelgan seis enormes columnas de visillos que contienen seis personajes. Primero escuchamos sus voces: ‘Algunos tenemos cuatro ratas’, ‘Algunos trabajábamos en los medios’, ‘Algunos tenemos dos hijos’. Luego van saliendo uno a uno, un poco tímidos se muestran ante nosotros, el público. Ellos son los intérpretes de la actuación. La oveja rosa de la familia. Seis hombres y mujeres trans que cuentan en fragmentos sus vidas, sueños y miedos, antes y ahora, y en el futuro.
Zuidelijk Toneel inició esta producción, que ahora se puede ver en el Festival de Teatro Queer de Amsterdam. Los seis jugadores no son actores profesionales, son ellos mismos, lo que los hace aún más auténticos. Vienen en todas las formas y tamaños: jóvenes, viejos, robustos, frágiles, tímidos, duros. Todos ‘nacieron en el cuerpo equivocado’, y si esa expresión todavía importa es un tema de discusión mutua. El hombre trans mayor tuvo que conformarse con esa frase en Lou Reeds en 1971 Caminar por el lado salvaje (“Se afeitó las piernas y luego se convirtió en ella”), la persona trans de hoy puede asistir a una velada temática en Nieuwegein. Esa es la diferencia.
Ser transgénero es vivir en capas: capa de miedo, capa de coraje, capa de comodidad, etc. En encuentros mutuos, monólogos y apartes, esta actuación sigue así una búsqueda a veces divertida, a veces conmovedora y siempre honesta de su propio ser más profundo. En escenas encadenadas, se leen cartas a abuelas y padres, y se comparten experiencias sobre vidas a veces difíciles. Y una y otra vez una cámara hace clic, capturando estos tramos de vida para ahora y para el futuro.
Los seis acaban en una gran mesa donde, entre otras cosas, reflexionan sobre ese futuro. ¿Será en un centro asistencial o en una granja con gallinas? Preguntas de todos los días.
La oveja rosa de la familia
Teatro
★★★ renvers
Por el Teatro del Sur. Dirigida por Corinne Heyrman. Consejo Piet Menú.
26/7, Teatro OBA Ámsterdam. Todavía allí el 4/8 y el 5/8.