Los costos crediticios que se pueden cargar en un préstamo de consumo, expresados como tasas máximas de porcentaje anual (APR), están limitados por ley. Esos límites se incrementarán en diciembre, lo que puede conducir a préstamos más caros.
El aumento más fuerte, +2 puntos porcentuales, es para aperturas de crédito, como tarjetas de crédito vendidas por bancos, grandes almacenes o empresas de venta por correo, y la posibilidad de bajar a cero en la cuenta corriente. Para estos últimos, existe un “interés de mora” máximo del 11,50 por ciento a partir de diciembre. Para las tarjetas de crédito, la nueva TAE máxima se sitúa entre el 12,50 por ciento (para más de 5.000 euros) y el 15,50 por ciento (para menos de 1.250 euros).
Las TAE máximas para préstamos a plazos y ventas aumentan en 1,5 puntos porcentuales, hasta el 11 por ciento por encima de 5.000 euros, el 14 por ciento para importes entre 1.250 y 5.000 euros y el 19 por ciento por debajo de 1.250 euros. Y luego está el arrendamiento financiero, en el que alquila una propiedad y tiene la opción de comprar la propiedad alquilada al final del plazo del arrendamiento. La TAE máxima para ello varía desde diciembre del 9 por ciento (para más de 5.000 euros) al 13 por ciento (hasta 1.250 euros).
El FPS Economía señala que los nuevos máximos solo se aplican a los contratos de crédito nuevos y a los contratos vigentes con tasa pasiva variable. Por tanto, no se aplican a los contratos vigentes con tipo de interés fijo.