Los precios de bienes y servicios en Estados Unidos cayeron levemente en diciembre. En promedio, los estadounidenses perdieron un 0,1 por ciento menos que el mes anterior. Es la primera vez desde mayo de 2020, cuando acababa de estallar la crisis del coronavirus, que los precios caen. En comparación con un año antes, hubo un aumento en diciembre (6,5 por ciento).
Entre otras cosas, el combustible fue más barato el mes pasado, al igual que los automóviles y camiones de segunda mano. Otro factor es que muchos estadounidenses se han vuelto más frugales. Por lo tanto, las tiendas se quedan con existencias, como ropa y muebles. Para deshacerse de esos productos, los minoristas ofrecen descuentos sustanciales.
La pequeña caída se produce después de un año en el que los precios subieron de forma continua. En los EE. UU., la inflación fue incluso la más alta desde principios de la década de 1980. Los precios subieron menos bruscamente en el otoño. En noviembre, por ejemplo, hubo un pequeño aumento del 0,1 por ciento en comparación con octubre.
Para frenar la inflación, el sistema de bancos centrales de EE. UU. (la Reserva Federal) elevó drásticamente las tasas de interés el año pasado. Se agregó un total de 4,25 puntos porcentuales en varios pasos. Es posible que este año se produzcan nuevos aumentos.