La imagen del campo también está cambiando. “Vemos una creciente migración de familias más jóvenes al campo”, afirma Lamberink. “No son los principiantes los que pueden permitirse una casa rural. Son las personas que se marchan, que han vendido su antigua casa por un valor excesivo y ahora buscan más espacio”.
Las personas en transición se benefician de la situación en la que los compradores primerizos a menudo sobrepujan por su primera vivienda. “Las familias jóvenes que ya tienen una casa pueden mudarse porque la venden y obtienen importantes beneficios”, explica Lamberink. “Esto les da el espacio financiero para comprar una casa rural, especialmente porque compraron su casa en un momento más barato”.
Dentro de Drenthe existen diferencias regionales en precio y popularidad. Las zonas en la cabecera de Drenthe (entre Assen y Groningen) y alrededor del característico esdorpen en Zuidoost y Zuidwest Drenthe son muy populares y, por lo tanto, más caras. “Los terrenos pintorescos y los paisajes ondulados son populares”, dice Lamberink. “Pero las zonas de turba, como Eexterveenschekanaal y Ter Apelkanaal, son aún más asequibles. Aunque allí los precios también han aumentado considerablemente, siempre siguen siendo algo más bajos que en los suelos arenosos”.
Lamberink prevé que los aumentos de precios se estabilicen dentro de varios años. “En términos de financiación, dentro de unos años se acabará el margen para grandes aumentos de precios”, opina. “Seguiremos viendo un ligero aumento, pero espero que no sea tan loco como en los últimos años”.
La demanda de viviendas rurales sigue siendo alta. “Hay una gran necesidad de vivienda, más demanda que oferta. Esto garantiza que los precios seguirán subiendo por el momento, tanto en las ciudades como en el campo”.