Los precios al consumo alemanes aumentaron un 2,3 por ciento en julio


Los consumidores alemanes tuvieron que gastar en julio una media de un 2,3 por ciento más en bienes y servicios que hace un año. La Oficina Federal de Estadística ha confirmado sus datos preliminares. En junio la tasa de inflación fue del 2,2 por ciento.

Si la inflación cae en general en Alemania y en la zona del euro a lo largo del año, esto le daría al Banco Central Europeo (BCE) margen para reducir aún más las tasas de interés clave a lo largo del año. En junio, recortó las tasas de interés clave en 0,25 puntos porcentuales por primera vez desde la ola de inflación. El banco central dejó las tasas de interés sin cambios en julio y dejó la puerta abierta a un nuevo recorte de tasas en su reunión de mediados de septiembre.

En principio, el BCE considera que la estabilidad de precios se mantendrá con una tasa de inflación del 2,0 por ciento. Las tasas más bajas o incluso la caída de los precios al consumidor (deflación) plantean el riesgo de que las empresas y los consumidores pospongan sus inversiones y compras porque esperan precios aún más bajos. Esto tendría consecuencias negativas para el crecimiento económico. Por otra parte, las tasas de inflación más altas debilitan el poder adquisitivo de los consumidores. Esto ralentiza el consumo privado, que es un pilar importante de la economía alemana. (dpa)



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