“Lamentablemente tenemos que actuar de nuevo, porque la dirección vuelve a incumplir sus promesas”, afirma Van Camp, del sindicato socialista ABVV/BBTK. El conflicto en Bruselas Airlines tiene que ver con el llamado plan cafetería, una serie de beneficios extralegales que reciben los pilotos además de sus salarios habituales. Según BBTK, la dirección se niega a indexar ese plan de cafetería, lo que reduce el poder adquisitivo de los pilotos.
Según Van Camp, un juez falló a su favor y la dirección había prometido aplicar la indexación, pero ahora anunció que apelará el fallo.
Según Van Camp, esa fue la gota que colmó el vaso para los pilotos, por lo que dejaron de trabajar. La huelga comenzará a las cinco de la mañana del sábado y durará 24 horas.
Impacto de la huelga
Bruselas Airlines ha creado un grupo de trabajo para evaluar el impacto de la huelga, ver qué vuelos pueden o no continuar y cuáles son las consecuencias para los pasajeros, afirma el portavoz Nico Cardone. “Pedimos disculpas a todos los pasajeros que se hayan sentido incómodos con la huelga. Nuestros colegas hacen todo lo posible para encontrar soluciones para todos”. El portavoz aún no puede decir cuán grande será el impacto en términos concretos.
Bruselas Airlines no quiere comentar sobre el contenido del conflicto social. La dirección pide a los sindicatos que se sienten a la mesa. Señala que una huelga “tiene un impacto negativo en nuestro negocio y ejerce presión sobre futuras inversiones”.