“Ahora estamos trabajando arduamente en un plan para ayudar a las familias”. Eso es lo que dijo el primer ministro Rutte cuando se le preguntó a través de las redes sociales qué está haciendo para permitir que los 1115 niños que han sido colocados fuera de cuidado regresen a casa. Debería quedar claro esta semana cómo será ese plan, después de que en octubre del año pasado se supo que a cientos de niños de padres beneficiarios ya no se les permitió vivir en casa.