Durante una semana Ousmane Dia, el papá de Sanda, siguió el proceso con serenidad y dignidad. El último día del juicio en el caso Reuzegom, rompió el silencio: “Me perdí”, dice. Papa Dia luce un par de tenis sucios, testigo mudo del bautismo del horror. “Estos zapatos son todo lo que me queda de mi hijo”. Por primera vez tuvieron la palabra el padre, la madre y la madrastra de Sanda.
ttn-es-34