Los nuevos jugadores y el banquillo no influyen, Vlahovic no es un asesino: por eso la Juve no marca


El de Empoli fue el segundo 0-0 consecutivo para el equipo de Thiago Motta, que se enfrentó a un súper Vásquez, pero, en general, tuvo dificultades para generar ocasiones.

Periodista

14 de septiembre – 22.53 h – MILÁN

«Una pista es una pista, dos pistas son una coincidencia, pero tres pistas son una prueba». Aún no hemos llegado al proverbial axioma de Agatha Christie, pero los dos partidos consecutivos sin marcar deben obligarnos a reflexionar sobre la Juve. Está claro que el trabajo de Thiago Motta sigue abierto, con muchas de las nuevas adquisiciones llegando en la última semana del mercado de fichajes (Koopmeiners y Nico González sobre todo) o tras un compromiso con su selección (Douglas Luiz) y con la que el El equipo necesita aprender nuevos principios de juego en comparación con el pasado, pero una pequeña alarma está empezando a sonar.

Ataque de la Juventus, números decepcionantes

Antes del partido fuera de casa contra los «Castellani» y después del otro empate 0-0 con la Roma, los bianconeri lideraban la tabla con 7 puntos, 6 goles marcados y cero sufridos, pero la realidad de la producción ofensiva contaba otra historia. De hecho, el equipo de Thiago Motta, después de 270 minutos de Serie A, quedó 16º en la clasificación por acciones de tiro y tiros totales, 11º por tiros a puerta, 19º por distancia media de tiros y 17º por goles esperados producidos. Básicamente, tenía superado en comparación con su actuación ofensiva en las tres primeras jornadas. Por otro lado, repasando los goles de la Juventus marcados en Como y Verona, el único que llegó según los principios del nuevo técnico fue el de Vlahovic en el «Bentegodi»: presión alta, balón robado por Locatelli y embocado para el serbio en el área. . Muchos de los otros goles llegaron gracias a tiros lejanos (Mbangula y Cambiaso en el 1º) o a balón parado (penalti de Vlahovic en el 2º). El gol del belga contra los lombardos, entre otras cosas, contribuyó decisivamente a descorchar un partido que hasta entonces se había presentado más complicado de lo esperado. Después del empate 0-0 en Empoli, a pesar de las grandes oportunidades de Gatti, Vlahovic y Koopmeiners, la situación no mejoró mucho, hasta el punto de que, con los números en la mano, la Juve anotó menos de un gol esperado (0,88, contra 0,38 de los toscanos). En la práctica, si hubiera llegado, habría sido una victoria… por un estrecho margen.

Juve, los nuevos no tienen impacto

La razón principal es fácil de decir: el equipo está cambiando de piel tácticamente y los nuevos fichajes, los primeros como titular, no tuvieron un impacto inmediato. De hecho, en el Castellani, Koopmeiners, Douglas Luis y Nico González fueron los que más balones perdieron (10 para el holandés y el brasileño, 13 para el argentino), con el agravante, para la ex Fiorentina, de nunca habiendo fallado al oponente en tres intentos. Con el tiempo, su condición y su inclusión seguramente mejorarán y el balón que Nico le dio a Vlahovic, con un gran pase de 30 metros, ya es una buena señal. En el partido contra el Empoli, pues, no hubo aportación desde el banquillo: tres de los cuatro suplentes a falta de 23′ para el final, si cabe, lo hicieron incluso peor que los sustituidos. Seis pérdidas de balón para Fagioli y Mbangula (que nunca regateó a su oponente), cuatro para Weah.

juve, ¿cuánto tiempo falta el diputado vlahovic?

Y hablando de cambios, la decisión de Thiago Motta de no probar su quinta tarjeta desde el banquillo ciertamente hace pensar. Por otro lado, sin embargo, no tenía ningún jugador a su lado capaz de cambiar el juego: estaban Cabal, Danilo, McKennie, Rouhi, Savona y Adzic, pero, en una situación como ésta, un jugador como Milik han sido muy útiles, capaces de actuar como sustituto de Vlahovic o incluso al lado del serbio, sobre todo en partidos, como el de Empoli, en los que es difícil minar las defensas contrarias con maniobras. O en partidos en los que el serbio, como ya ocurrió ante el Como y la Roma, ciertamente no demuestra ese instinto asesino que se le exige al delantero centro de un gran equipo. En resumen, dos pistas son sólo una coincidencia y existen muchos factores atenuantes. Pero ya el martes contra el PSV la Juve tendrá que evitar que se encienda el tercer testigo.





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