El olor de las crepes te saluda durante el cuadragésimo Día del Molino de Drenthe. Casi todos los molinos de nuestra provincia abren hoy sus puertas a los visitantes. A diferencia del Día Nacional del Molino, los molineros interesados de otras provincias también pueden visitar Drente para ver cómo van las cosas.
Puedes subir al molino, los guías y molineros del molino te contarán sobre la historia y el funcionamiento del molino durante un recorrido y por supuesto podrás comer o beber algo.
“El día de las fábricas de Drenthe están abiertas las fábricas de Drenthe, lo que también da la oportunidad a voluntarios y molineros de otras provincias de venir aquí”, explica Aletta Jongman, miembro de la junta directiva de Molen Woldzigt en Roderwolde. “Porque si todos están abiertos al mismo tiempo, como durante el Día Nacional del Molino, entonces cada uno está activo en su propio molino”.
Al final de la mañana la presión sigue aumentando en Molen Woldzigt. Una carpa para fiestas cubre las mesas y sillas donde los visitantes pueden tomar café, té y refrescos o comer una tortita. Se espera que, al igual que el año pasado, se vendan unas 130 tortitas.
Miller Dick Zeeman está ocupado tensando las velas sobre las palas para que atrapen más viento. “Trabajar con tecnología antigua y elementos como el viento, el sol y la lluvia es hermoso”, afirma. Está contento con el Día del Molino de Drenthe. “Pronto se prestará especial atención a este tipo de monumentos”.
Los molineros de otros lugares no están aquí esta mañana. Hay varias guías de molinos disponibles para mostrar a los visitantes los alrededores. Dos familias están listas para un recorrido. Los niños miran atentamente las grandes estructuras que han sido levantadas.
Jongman reconoce la importancia del intercambio de experiencias entre molineros de otras partes del país. “Se mantienen conversaciones muy interesantes. También con los voluntarios entre ellos. También se reciben consejos.”
En Molen Jan Pol, en Dalen, hay mucha actividad después del mediodía. Los ciclistas pasan y contemplan el molino. Varios molineros de otras provincias comparten historias y experiencias. “Es muy interesante saber cómo lo hace otra persona en un molino y aprender de ello”, dice el molinero Ricardo Hemmen.
“Tengo un molino de pólder. Por aquí no hay ningún molino de pólder, así que lo abordaré desde un punto de vista completamente diferente”, dice Ida Wierenga, molinera de De Goliath en Groningen. El molinero Jos Kablau, de Güeldres, está de acuerdo: “Ya sea molinero de agua, ratón de harina, carnicero de aceite o aserrador, son campos diferentes en los que se puede aprender algo unos de otros”.