Las hipotecas familiares supusieron en 2020 más dinero que el jubelton, la famosa donación libre de impuestos para la compra de una vivienda. En 2020, 645.000 hogares pidieron prestado a sus familiares un total de 1.200 millones de euros para comprar o renovar una vivienda.
El valor total de las hipotecas familiares pendientes en el mismo año fue de 70 mil millones de euros. Eso es aproximadamente el 10 por ciento de la deuda hipotecaria total sobre viviendas. Ese mismo año se destinaron 700 millones de euros a los compradores de viviendas en forma de barriles de jubileo. Esta última ventaja de compra fue abolida el año pasado.
Préstamo de apoyo
Pedir dinero prestado a la familia puede hacer subir aún más los precios en el mercado inmobiliario, sospechan los economistas Gerard Eijsink y Mauro Mastrogiacomo. Los prestatarios familiares pueden pagar más que otros posibles compradores. También pueden superar más fácilmente las ofertas para superar a sus competidores. Parece que las personas con una hipoteca familiar pueden comprar una casa a una edad ligeramente más temprana que sin ella. También compran viviendas que cuestan de media 50.000 euros más.
En el caso de un préstamo familiar, también se pueden ignorar las normas crediticias oficiales. En uno de cada cinco casos, la hipoteca familiar supera los estándares crediticios, la relación entre costes de vivienda e ingresos calculada por Nibud. Los proveedores de hipotecas ordinarios están sujetos a esos estándares. Por tanto, cualquiera que preste dinero a un familiar puede correr un poco más de riesgo. Esto no tiene por qué causar ningún problema, porque los prestatarios ya son un poco más ricos.
La hipoteca familiar suele ser un préstamo de apoyo, a menudo por menos de la mitad del importe requerido. Al igual que los bancos o las aseguradoras, los particulares también pueden conceder un préstamo hipotecario, por ejemplo para la compra de una vivienda o una renovación. Al igual que ocurre con estos prestamistas, los intereses pueden deducirse de la renta imponible, lo que proporciona una ventaja fiscal.
Beneficio fiscal adicional
Los autores señalan la posibilidad de lograr un beneficio fiscal adicional. Los prestamistas pueden optar por donar los intereses pagados anualmente. Los padres pueden regalar a sus hijos 6.035 euros al año libres de impuestos. Recibirán el interés (obligatorio basado en el mercado), pero su hijo en realidad pagará una tasa de interés más baja.
Este doble golpe es común, según mostraron investigaciones anteriores. Los economistas del DNB quieren que se limite este «uso motivado por los impuestos» de la hipoteca familiar. Los préstamos superiores al estándar Nibud conllevan una deducción adicional de intereses de entre 150 y 200 millones de euros. «Se trata de un beneficio fiscal adicional ineficaz e involuntario, que acaba principalmente en manos de los hogares más ricos».
Los autores proponen eliminar la deducción adicional de intereses, aunque los cálculos adicionales que esto implica serían una tarea difícil para las autoridades fiscales. Como alternativa, mencionan la posibilidad de suprimir por completo la deducción de intereses en las hipotecas familiares.