Por tanto, la sustitución de Koeman es vista por todos como injusta e injustificada. “Joey es sólo un hijo de la cuenta”, dice Keizer. Simplemente viene en bicicleta y se sienta entre Plat y Spierbal. “Koeman no debería haberle eliminado, porque el resto también fue muy malo. Es injusto”.
Louis, según el grupo el hombre que más sabe de fútbol, está de acuerdo con Keizer. “Koeman simplemente deja a Depay en pie mientras él juega mal. ¿Y Van Dijk? Debería convertirse en controlador de tráfico porque solo señala”.
Golpe mental
La sensación del Campeonato de Europa empezó a hacerle cosquillas al equipo de Volendam en las últimas semanas. Después de casi treinta años, por fin vuelve a haber un Volendammer en Orange. Y después de una temporada exitosa en el PSV y las especulaciones sobre una transferencia al extranjero, Joey es alguien de quien estar orgulloso. Hay banderas colgadas en el dique, hay una tompouce especial de Joey en la panadería y una pancarta cuelga sobre la tienda de souvenirs.
Sin embargo, en las últimas semanas también hubo mucha presión sobre Veerman. Debido a la ausencia de Frenkie de Jong, se esperaba que Veerman desempeñara un papel directivo en el mediocampo.
“Quizás aún no se haya acostumbrado del todo a la presión que conlleva la selección holandesa”, dice con cautela uno de los hombres. “No alcanza su nivel en el PSV, pero quizás dentro de dos años esté listo para el Mundial. También sabía que no era bueno”.
“No, es injusto culpar a Joey”, dice Louis. “Ahora es un gran golpe mental. Si Koeman le hubiera sustituido en el descanso, habría sido simplemente una intervención táctica”.
Sin embargo, el grupo no está preocupado por el centrocampista que ayer se escondió llorando en su camiseta. “Es triste verlo”, dice Pech (apodo). “Pero él es un Volendammer, ¿verdad? Se recuperará”.
“Llora y empieza de nuevo”, es la respuesta unánime.