El hecho de que un tercio de los jóvenes vean Italia en declive en los próximos 10 años no es una señal positiva. Es el indicador de ese comportamiento social, que ya lleva décadas, por el que una parte de la población joven está más dispuesta a invertir su futuro en el extranjero que en Italia, y estamos hablando de jóvenes pertenecientes a varios perfiles, es decir, tanto aquellos que tienen la disponibilidad económica para estudiar en otro país como aquellos que, en cambio, eligen trabajar fuera de Italia.
Por lo tanto, es precisamente la falta de fe en el futuro de Italia lo que empuja a los jóvenes a emigrar. Pero, ¿cuáles son las expectativas y los comportamientos de los menores de 30 años? La mayoría trabaja, un tercio estudia y el 12% está buscando trabajo. Solo un 4% queda excluido de todas las categorías anteriores, son los llamados NiNi que también conforman un tercio de ese 46% que aún no han salido del “nido de la familia de origen”. De los que estudian, el 69% se siente satisfecho con el curso de formación y el 63% cree que puede encontrar un trabajo adecuado a sus habilidades.
Pero es precisamente cuando se produce el paso de la formación al mundo laboral cuando la percepción empieza a cambiar, dividiéndose el panel exactamente en dos entre los que están o no decepcionados con su condición laboral. En general, el aspecto económico influye en gran parte de las consideraciones y elecciones de los jóvenes, incluidas las perspectivas de futuro. Es interesante notar que un tercio de los que no trabajan han rechazado una propuesta de salario demasiado bajo y al mismo tiempo casi la mitad de los que trabajan quisieran un nivel salarial más alto, pero también flexibilidad y estabilidad contractual. , dos factores que no siempre pueden coexistir.
La crisis y el aumento del coste de la vida figuran entre las grandes preocupaciones que oscurecen el horizonte futuro. De hecho, hasta el 60% de los buscadores de empleo no creen que lograrán encontrar un trabajo dentro del año.
En cambio, fuera del ámbito económico, los elementos que más destacan son la creciente atención al medioambiente y la crisis climática, mientras que la inmigración ocupa solo el quinto lugar entre los focos de preocupación. El concepto de familia representa un punto central, más del 80% ya vive en pareja o quiere tener una relación estable, mientras que el aspecto económico vuelve a pesar sobre la idea de tener hijos, tanto así que solo el 55% dicen que quieren tener hijos en el futuro y de estos, el 23% no cree poder hacer realidad este deseo por problemas económicos o laborales.