El último índice Kearney sobre la confianza en la inversión extranjera directa (IED) muestra que el optimismo de los inversores ha aumentado significativamente a pesar de los continuos desafíos económicos y tensiones geopolíticas globales. Estados Unidos se mantiene en la cima de la clasificación por duodécimo año consecutivo, respaldado por un sólido crecimiento económico y la recuperación de la confianza del consumidor.
Sin embargo, los líderes de la industria de la moda continúan lidiando con un clima difícil caracterizado por inflación, mayores costos de producción y mano de obra, y un panorama minorista cambiante con ventas moderadas en China.
Los inversores prevén aumentos de la IED
El informe Kearney muestra que la confianza de los inversores es resistente, incluso frente al débil crecimiento global, que cayó del 3,1 por ciento en 2022 al 2,7 por ciento en 2023, y se prevé una nueva caída al 2,4 por ciento este año. A pesar de estos obstáculos, el 88 por ciento de los encuestados planea aumentar su inversión extranjera directa en los próximos tres años; es decir, 6 puntos porcentuales más que el año anterior.
La encuesta muestra un cambio notable en las clasificaciones globales. China subió del séptimo al tercer lugar, posiblemente reflejando una flexibilización de las regulaciones de capital para los inversores extranjeros en ciudades clave. Por el contrario, Japón cayó del tercer al séptimo lugar, lo que refleja la reciente entrada del país en recesión. Los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita dieron grandes saltos, ubicándose en el puesto 8 y 14 respectivamente, lo que subraya el creciente atractivo de los mercados emergentes.
Las perspectivas de los inversores para la economía global han mejorado significativamente: el pesimismo neto cayó del 35 por ciento al 29 por ciento interanual. Sin embargo, las tensiones geopolíticas y un entorno regulatorio cada vez más restrictivo siguen siendo motivo de preocupación. El 85 por ciento de los inversores supone que las cuestiones geopolíticas influirán en sus decisiones de inversión.
La encuesta también arroja luz sobre la rápida adopción de la inteligencia artificial (IA) en las operaciones comerciales. Un enorme 72 por ciento de los inversores dice que utiliza la IA en un grado significativo o moderado, con aplicaciones que van desde el servicio al cliente hasta mejoras en la cadena de suministro. De cara al futuro, el 64 por ciento espera ampliar el uso de la IA en las decisiones de inversión durante los próximos tres años.
Mientras la economía mundial navega por aguas inciertas, el índice de confianza en la IED de este año pinta un panorama de optimismo cauteloso. Los inversores parecen dispuestos a aprovechar las oportunidades emergentes, particularmente en la IA y los mercados emergentes, sin dejar de estar alerta a los riesgos geopolíticos y regulatorios.
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Este artículo apareció originalmente en FashionUnited.uk. Traducido y editado por Simone Preuss.