“Los holandeses gastan una cantidad récord en el sector de la restauración, pero los empresarios se benefician poco de ello”

Los holandeses probablemente gastarán este año una cantidad récord en restaurantes y cafeterías. Así lo informa la plataforma de conocimiento FoodService Institute Netherlands (FSIN), que espera que la facturación total crezca hasta los 22 mil millones de euros. Esto es casi un 16 por ciento más que el año pasado y también más que el último año antes de la crisis del coronavirus. Sin embargo, la pregunta sigue siendo hasta qué punto los empresarios pueden beneficiarse de estos crecientes gastos.

Según el FSIN, el hecho de que el volumen de negocios en el sector de la restauración haya aumentado tanto se debe en gran medida a la inflación. Por ejemplo, los precios en el sector de la restauración y la comida rápida aumentarán este año entre un 5 y un 10 por ciento aproximadamente. Pero los costes de compra para las empresas de restauración han aumentado más rápido que la inflación, según el FSIN, lo que ejerce presión sobre los márgenes de estos empresarios.

Los alquileres y el pago de impuestos aplazados durante el coronavirus también ejercen presión sobre los márgenes de beneficio. Además, muchos empresarios sufren escasez de personal. Por ejemplo, es difícil encontrar chefs. Según el FSIN, esta evolución conduce a una menor facturación y a un aumento de los costes salariales. Por ello, muchos empresarios de la restauración han decidido ajustar sus horarios de apertura.

Especialmente los jóvenes gastan dinero fuera de casa.

Sin esos horarios de apertura limitados, el volumen de negocios habría sido mucho mayor en 2023, sospecha el FSIN. En particular, los holandeses más jóvenes pasan más tiempo y dinero al aire libre en comparación con las generaciones mayores, señala además la plataforma de conocimiento. Sin embargo, seis de cada diez consumidores afirman que comer fuera de casa es ahora demasiado caro, según informa el FSIN basándose en su propia investigación sobre consumidores.

Una taza de café, por ejemplo, también se ha encarecido: el precio aumentó este año un 3 por ciento en comparación con 2022, según la encuesta anual sobre el café en el sector de la restauración realizada a principios de este mes por la revista especializada en gastronomía. Misset Horeca. Eso es promedio. Entre 2021 y 2022 se produjo un aumento de precios mucho mayor, del 8 por ciento, debido a la inflación, la guerra en Ucrania y el aumento de los precios de la energía y las materias primas.

Sin embargo, el hecho de que los precios sean más altos no significa que los holandeses coman menos fuera de casa, señala la directora del FSIN, Inga Blokker. “Hasta ahora siguen disfrutando de visitar el sector de la restauración y lo visitan con frecuencia. Sin embargo, sigue siendo muy importante para el sector de la restauración no quedar fuera del mercado por sus precios. Las alternativas (cocinar en casa o comprar un plato preparado en el supermercado) siguen siendo opciones aceptables”.

Para el próximo año, el FSIN espera que el crecimiento del volumen de ventas se estabilice hasta un 6,1 por ciento. Esto significaría que la facturación del sector de la restauración y la comida rápida ascendería a más de 23.000 millones de euros en 2024.

¿Qué hace que una cerveza sea tan cara hoy en día? (video):

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