Los ‘héroes’ del barco holandés gravemente amenazados por los inmigrantes que acababan de rescatar: “Intentaron secuestrar el barco”


Los marineros de un barco holandés se encontraron el lunes por la noche en una «situación muy amenazante» cuando algunos inmigrantes atacaron a la tripulación de doce personas, poco después de ser rescatados del mar. Los inmigrantes no estuvieron de acuerdo con que el capitán regresara a Marruecos y por ello intentaron secuestrar el barco, confirmó la naviera de Breda a nuestros compañeros de ‘AD’. “No se debe subestimar lo que ocurrió allí. Estamos orgullosos de nuestros héroes”.

Finalmente, nueve inmigrantes fueron arrestados después de amenazar con apuñalar a los miembros de la tripulación. Esto ocurrió el lunes por la noche en el Océano Atlántico, a unos 80 kilómetros al norte de Ajfennir, en el sur de Marruecos.

La tripulación del barco holandés Vos Pace había rescatado a un grupo de unos ochenta inmigrantes poco antes, alrededor de las doce de la noche, confirma un portavoz de la naviera holandesa Vroon, desde Breda. Nueve de ellos se negaron a ser llevados a tierra. Entonces se produjo una situación caótica a bordo. “Han tenido una noche difícil. Por supuesto empezó con esa operación de rescate, que tiene mucho impacto. Sacar a ochenta personas del mar no es algo que se haga a la ligera. Eso implica mucho estrés y pánico”.

¿Qué pasó?

El barco de 83,4 metros de eslora cruzó el océano Atlántico el lunes por la tarde rumbo a una de las Islas Canarias. En el camino, los marineros holandeses se encontraron con un barco tambaleante con decenas de inmigrantes. Hubo una emergencia y la tripulación del barco intervino para salvar sus vidas, escribió la agencia de noticias española ‘EFE’, citando a la policía.

La operación de salvamento se desarrolló en la zona del Servicio Marítimo de Salvamento de Marruecos. El capitán informó al centro de coordinación de Rabat, la capital marroquí, y desde allí recibió instrucciones de trasladar a las personas rescatadas al puerto de Tan-Tan. De camino a la ciudad portuaria del sur de Marruecos, el remolcador recogió a otros 35 ocupantes de un segundo barco. Esa gente también estaba necesitada.

Parte del grupo de migrantes rescatados por el barco holandés tras desembarcar en la isla canaria de Fuerteventura © ANP/EPA

Llama en la sartén

Poco después se produjo el incendio. El capitán advirtió por radio que algunos inmigrantes se pusieron muy agresivos al enterarse de que serían desembarcados en Marruecos, y no en las Islas Canarias, que se creía que era su lugar de destino. Las islas pertenecen a España, y por tanto a la Unión Europea. Aterrizar allí significaría que podrían solicitar asilo político en Europa.

Los inmigrantes indicaron que no estaban de acuerdo con la decisión del capitán y trataron de dominar a los holandeses. El capitán decidió entonces cambiar rápidamente de rumbo hacia la isla canaria de Fuerteventura y entregar a los nueve inmigrantes implicados a la Guardia Civil española. Los esposó la noche del lunes al martes por sospecha de amotinamiento, como también se puede ver en las imágenes. Los demás inmigrantes rescatados también desembarcaron allí. No hay ninguna investigación penal contra ellos. Las autoridades españolas se han hecho cargo de estas personas.

Parte del grupo de migrantes rescatados por el barco holandés tras desembarcar en la isla canaria de Fuerteventura.
Parte del grupo de migrantes rescatados por el barco holandés tras desembarcar en la isla canaria de Fuerteventura. © ANP/EPA

Tragedia

Los tripulantes se encuentran bien dadas las circunstancias, pero hay mucho miedo, según su empleador. “Es una gran tragedia. Que una operación de rescate termine así. Esto es muy triste, sobre todo porque no tenemos más remedio que rescatar a los inmigrantes en el mar. Para eso está entrenado nuestro pueblo, es un llamado para cada marinero a salvar a las personas necesitadas. Eso merece todo el aprecio y respeto”.

En España y Marruecos se imponen elevadas penas de prisión por intentar secuestrar un barco. “El que utilice la fuerza, la intimidación o el engaño para tomar el control de una aeronave, buque u otra embarcación o plataforma en el mar será castigado como culpable del delito de piratería con la pena de prisión de hasta quince años”, se lee. código.

Parte del grupo de migrantes rescatados por el barco holandés tras desembarcar en la isla canaria de Fuerteventura
Parte del grupo de migrantes rescatados por el barco holandés tras desembarcar en la isla canaria de Fuerteventura © ANP/EPA

fechas

La Real Asociación de Armadores Holandeses (KVNR) explica en su sitio web que los armadores y la tripulación tienen el deber legal de ayudar a las personas en peligro en el mar. Los acuerdos para esta Búsqueda y Salvamento marítimo (SAR) están establecidos en el denominado Convenio SAR. Según la KVNR, no todos los barcos cuentan con buenas instalaciones para rescatar a los grupos. Este tipo de asignaciones SAR también generan mucha tensión para la tripulación.

“Navegando hacia las coordenadas designadas sin saber en qué situación y cuántas personas se encontrarán, buscando la embarcación o quizás personas en el agua, adultos, niños, vivos o muertos. Las personas pueden estar embarazadas, enfermas y contagiosas, ansiosas, agresivas o tener motivos terroristas”, afirma la KVNR. “Además, existe el riesgo de que los inmigrantes del barco no estén satisfechos con la situación y esto pueda crear una situación de inseguridad a bordo, también para la tripulación. Por eso es de suma importancia que la tripulación relativamente pequeña de un barco pueda transferir la responsabilidad de un grupo de inmigrantes lo más rápido posible a organismos profesionales en un puerto seguro”.

Ruta peligrosa

España, y especialmente las Islas Canarias frente a la costa africana, son una de las principales puertas de entrada para los inmigrantes que desean entrar ilegalmente en Europa. Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre llegaron a Canarias 14.976 inmigrantes, un aumento de casi el 20 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, según cifras del Ministerio del Interior español. La ruta migratoria hacia Canarias se ha utilizado cada vez más en los últimos años debido a los controles más estrictos en el Mediterráneo. El cruce por esa ruta es muy peligroso y muchos barcos se pierden en el camino.

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