Los hermanos Esposito y su amor por Castellammare: se renovó el terreno de juego de sus primeros tiros


Ese rectángulo verde en el que crecieron hacía tiempo que estaba arruinado: lo volvieron a armar para devolvérselo a los niños del barrio

Óscar Maresca

11 de noviembre – 21.59 h – MILÁN

Los hermanos Esposito crecieron jugando pelotas en una plaza verde situada entre los edificios del barrio Cicerone de Castellammare. Pasaban tardes enteras regateando a sus amigos de la infancia, cuando regresaban a casa tenían las mejillas rojas por el cansancio y marcas en las rodillas. De niños soñaban con ser futbolistas. Lo consiguieron y el domingo regresaron a casa para desafiar a la Juve Stabia. Primero el gol de Pio, luego el segundo de Salvatore tras un penalti rechazado por Thiam: “Ha sido una tarde con la piel de gallina”, declararon tras el partido. Hoy se quedaron en la ciudad por una bonita iniciativa. Esa pequeña cancha debajo de la casa donde empezaron a jugar quedó arruinada por el tiempo: tenía las puertas oxidadas y el techo dañado. En las últimas semanas los Esposito lo han reformado. Una vez finalizada la obra, la entregaron al barrio: “Creemos que es correcto que los niños del barrio puedan tener las mismas oportunidades que nosotros – afirmó Salvatore -. Tienen que elegir el camino correcto. Quien pueda, debe ayudar a las nuevas generaciones”.

un nuevo tono

Salvatore, Sebastiano y Pio han acordado con el alcalde de Castellammare, Luigi Vicinanza, modernizar el campo financiándolo con sus expensas. Durante el último parón nacional, los hermanos Esposito también regresaron a la ciudad para ayudar a quienes se encontraban en el trabajo. Agregaron nuevas puertas, cercas ad hoc y pasto sintético: no más concreto. Luego tomaron el balón y empezaron a jugar, como siempre hacen cuando regresan a casa. Ahora en el barrio hay un nuevo espacio para los pequeños que sueñan con ser futbolistas. En una enorme pancarta colocada al margen se lee: “Ahora te toca a ti, soñar no cuesta nada”.

los niños del barrio

Salvatore y Sebastiano estuvieron presentes en la inauguración del nuevo campo, Pio ya está en el campo de entrenamiento con la selección de Italia U21. Una multitud salió a la calle para saludar a los Espósitos que cortaron la cinta y metieron el primer balón en la portería. “Allí aprendimos todo lo que sabemos hacer”, dijo el centrocampista nacido en 2000 en la entrevista concedida a la Gazzetta en vísperas del partido contra la Juve Stabia. La Madre Flavia tuvo que regañarlos desde el balcón para obligarlos a regresar a casa. Todos los días organizaban partidos en ese campo. Todos en la ciudad los conocían desde que eran niños. Hay fotos de ellos por todas partes: en el despacho del presidente del Club Napoli, la escuela de fútbol en la que empezaron, incluso detrás de la barra del bar al lado del estadio. Cualquiera tiene una anécdota que contar de aquellos rubios que corrían por el barrio con el balón en los pies. Han vuelto para dar esperanza a los pequeños que quisieran ser como ellos. En Castellammare, los hermanos Esposito seguirán siendo siempre los chicos del barrio de Cicerone.





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