Los países ricos y de bajos ingresos han exacerbado la explosión de la desigualdad económica desde el estallido de la pandemia del coronavirus. Los gobiernos de esos países han recortado el gasto en salud, educación y protección social, mientras se niegan a subir los impuestos a los muy ricos. Esa es la opinión de Oxfam y Development Finance International (DFI).
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