La campaña electoral aún no ha comenzado con toda su fuerza, pero la biblia de la formación ya está aquí, con malas noticias.
Lunes las recomendaciones fueron publicadas del Grupo de Estudio del Espacio Presupuestario. Este equipo de altos funcionarios financieros siempre presenta propuestas para el nuevo gabinete antes de las elecciones, que tradicionalmente se leen hasta la última letra y, a menudo, se les da seguimiento durante la formación.
Debido a la caída del gabinete de Rutte IV en julio, los funcionarios tuvieron menos tiempo del que esperaban. Sin embargo, el Grupo de Estudio dice que ha visto lo suficiente como para sacar conclusiones firmes. Según el consejo, el gabinete actual ha manejado mal el dinero y es necesario “corregir el rumbo”. El próximo gabinete debe ser mucho menos generoso.
A partir de 2028, según el informe, será necesario cubrir cada año un déficit de 17.000 millones de euros mediante recortes o impuestos adicionales. Se trata de una cantidad importante, en un presupuesto nacional de unos 400 mil millones de euros. El ‘gabinete de austeridad’ Rutte II, del VVD y PvdA, recortó 16.000 millones de euros entre 2012 y 2016, aunque en aquel momento se trataba de una parte mayor del reducido presupuesto nacional.
La Haya suele escuchar
Esta dura operación de recorte, con los arquitectos Mark Rutte, miembro del VVD, y Diederik Samsom, miembro del PvdA, fue precedida también por el asesoramiento del grupo de estudio.
El informe de asesoramiento que apareció en junio de 2012 fue implacable. La crisis económica se afianzó y las preocupaciones sobre las finanzas públicas fueron grandes. Los autores del informe –los más altos funcionarios del Ministerio de Finanzas y de otros ministerios e instituciones, como la Oficina Central de Planificación– pidieron “una jubilación más tardía y menos discapacidad” y propusieron reducir los costos de atención médica.
Hay recomendaciones oficiales que desaparecen en los cajones y nunca más se vuelven a discutir. Lo diferentes que son las cosas para el Grupo de Estudio se desprende del acuerdo de coalición que se publicó a finales de 2012. Con Rutte II se aumentó más rápidamente la edad de jubilación estatal y las normas para las personas discapacitadas se hicieron más estrictas. Y se ahorraron 5 mil millones de euros al año en atención sanitaria.
Lea tambiénTasas de interés más altas, pobreza inminente y cuidador: el presupuesto se convierte en un tema para el gabinete
Por eso, cuando habla el Grupo de Estudio sobre el Espacio Presupuestario, la gente de La Haya escucha. Sin embargo, hay algo que decir sobre la influencia de los altos funcionarios. Los consejos son invariablemente conservadores en cuanto a las posibilidades financieras, mientras que los gabinetes anteriores gastaron mucho dinero.
No se han tomado decisiones suficientemente acertadas
Grupo de estudio del espacio presupuestario
El generoso presupuesto que comenzó durante Rutte III recibió un impulso adicional durante la pandemia y se ha convertido en un elemento permanente de Rutte IV. El presupuesto aumentó en 26 mil millones de euros gracias a todos los planes de este gabinete. La economía resultó ser capaz de salir adelante sorprendentemente bien, e incluso creció tan rápido que la deuda nacional cayó por debajo del 50 por ciento del producto interno bruto, un mínimo sin precedentes.
Lea tambiénHacen los deberes para el gabinete.
Además, con su nuevo impulso para la acción, el gobierno respondió al llamado a la inversión de muchos economistas nacionales y extranjeros. Según los expertos, eliminar las costosas inversiones de los primeros gabinetes Rutte tuvo un precio: por ejemplo, la red eléctrica no se amplió a tiempo para satisfacer la explosiva demanda.
Esto también se observó en otros lugares. En 2019, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, dijo que Países Bajos y Alemania deberían dejar de ser frugales. Este año, la Comisión Europea incluso dijo a los Países Bajos que en realidad deberían invertir incluso más de lo que ya están haciendo.
Economía sobrecalentada
Los altos funcionarios están molestos por esta nueva generosidad. La frustración brota de las páginas del nuevo consejo. “Durante el pasado gobierno no se tomaron decisiones suficientemente claras y a menudo se decidió resolver los problemas sociales con dinero extra”, escriben.
Esto es algo completamente diferente a los drásticos recortes de 2012, parecen decir. El gobierno ha hecho tantos planes, y en una economía sobrecalentada, que mucho dinero ni siquiera se gasta. El dinero para carreteras no se puede gastar mientras no se resuelva la crisis del nitrógeno; los Ministros de Defensa y Educación difícilmente podrán atraer al personal por el que recibieron miles de millones de euros adicionales en el ajustado mercado laboral.
Hay un punto adicional de crítica para el fondo climático y el fondo del nitrógeno, que en conjunto valen 60 mil millones de euros. Los altos funcionarios se preguntan si es necesario resolver ambos problemas con subsidios para quienes se adapten y dinero para tecnologías verdes.
Un nuevo gabinete también puede lograr objetivos climáticos y ambientales “estandarizando y fijando precios”. Dejar que las empresas (y posiblemente los ciudadanos) paguen por su CO2– o las emisiones de nitrógeno, la idea es que entonces cambiarán automáticamente. O establecer un límite máximo de emisiones.
Los altos funcionarios están más preocupados por el largo plazo. La atención sanitaria, el envejecimiento (que conlleva mayores costes de las pensiones estatales) y el cambio climático costarán cada vez más dinero en las próximas décadas. El próximo gobierno debe tomar medidas para lograrlo, afirma el consejo.
Muchos partidos coinciden en que el próximo gabinete debería gastar menos dinero, de izquierda a derecha. Pero el entusiasmo por una ronda de recortes como la de hace diez años parece muy lejana. Incluso en el estricto asesoramiento del Grupo de Estudio.
Según los funcionarios, el gobierno debe prestar más atención a su bolsillo, pero también “evitar daños económicos y sociales innecesarios a corto plazo y en el futuro”.