Los aviones de combate belgas F-16 que controlan el espacio aéreo del Báltico interceptaron ocho aviones militares rusos la semana pasada. Esta noticia se conoció durante la visita navideña de la ministra de Defensa, Ludivine Dedonder, a los soldados belgas en Lituania. Ocho intercepciones en una semana parece mucho, pero no es nada de qué preocuparse, matiza el jefe del ejército belga.
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